El líder socialista español, Pedro Sánchez, candidato a ser reelegido como presidente del Gobierno, planteó este miércoles un Ejecutivo basado en la concordia que propone la ley de amnistía pactada con los independentistas catalanes, en derechos sociales y con una proyección internacional en la que España siga estando presente en el mundo.

Sánchez intervino en la primera jornada del debate parlamentario para su investidura que comenzó hoy y se extenderá a mañana, cuando tendrá lugar la votación de la que previsiblemente saldrá reelegido en su cargo al contar con 179 apoyos, tres más que la mayoría absoluta de 176 (de un total de 350 diputados) necesaria en España para gobernar.

En el inicio de su intervención, el candidato socialista hizo un alegato en defensa de la política multilateral y reclamó un alto el fuego en Gaza, sin olvidar el derecho de Israel a defenderse de los ataques de Hamás.

Y en ese sentido anunció que, si llega a formar Gobierno, España promoverá en Europa el apoyo a un Estado palestino y, también en el actual contexto internacional, reafirmó el apoyo de su Ejecutivo a Ucrania frente al ataque de Rusia.

La polémica amnistía que “mejorará” España

En el plano nacional, Sánchez defendió la amnistía a los independentistas catalanes que participaron en el intenso secesionista en esa región española en 2017, cuestión que ha despertado un gran malestar en una parte importante de la ciudadanía española, con manifestaciones masivas en los últimos días apoyadas por la derecha, y pidió la confianza del Congreso para “mejorar” España.

La ley de amnistía, calificada de inconstitucional por la oposición, anulará la “responsabilidad penal, administrativa y contable” de todos aquellas personas vinculadas con la preparación, ejecución y consecuencias del proceso soberanista en Cataluña durante una década, entre el 1 de enero de 2012 y el 13 de noviembre de 2023.

Para el candidato socialista, a pesar de esa norma, “España no se rompe ni se hunde” y, de hecho, consideró que servirá para la unidad de España, para que sea “mejor y más fuerte”, evitando la crispación política por la vía del diálogo y del “perdón”.

“Impulsará la concordia” y “se aprobará bajo luz y taquígrafos” del Congreso, dijo.

Un gran paquete de medidas sociales

Sánchez hizo también un alegato sobre la necesidad de reeditar un gobierno de coalición progresista frente a los “pactos de la ignominia” entre el conservador Partido Popular (PP) y la ultraderecha de Vox, que mantienen en varios gobiernos regionales y locales, y frente a sus mensajes “de odio”.

Y ese Gobierno progresista, dijo, llevará acabo una serie de medidas sociales, como la rebaja del IVA de los alimentos, el umbral de la renta para beneficiarse de las medidas de alivio hipotecario o un nuevo plan de salud mental.

En el ámbito laboral, habrá incentivos para que las empresas ofrezcan horarios más flexibles y recordó el compromiso de reducir la jornada laboral máxima legal sin reducción salarial para establecerla en 37 horas y media semanales.

Y en el fiscal, defendió que “hay que acabar de una vez por todas con las vías de evasión fiscal” de grandes patrimonios y empresas y destacó que el salario mínimo interprofesional seguirá creciendo a lo largo de la legislatura.

A su vez, se seguirán “desplegando las energías renovables de forma responsable” en el país, dijo Sánchez.

Una amnistía fuera del programa electoral, según la oposición
Por su parte, el líder conservador español, Alberto Núñez Feijóo, recordó a Sánchez que la amnistía a los independentistas catalanes “no se votó en las urnas” y tachó los pactos con ellos de “corrupción política”.

El presidente del Partido Popular (PP), ganador de las elecciones del pasado julio en España, dijo en su discurso que es “falso” que Sánchez tenga detrás una mayoría, porque “lo que se trae hoy a la Cámara no se votó en las urnas”.

En su réplica a la comparecencia del líder socialista, señaló que la investidura “nace de un fraude”, en alusión a la ley de amnistía.

El líder del PP alertó además de que será la voz en las instituciones de la mayoría social a las que Sánchez ha engañado y ha dejado “huérfanas” de representación.

El debate de investidura de Sánchez durará dos días y finalizará mañana con la votación en la que previsiblemente el líder socialista será elegido como jefe del Ejecutivo español.

Las elecciones del pasado 23 de julio dejaron un resultado muy ajustado entre las dos fuerzas mayoritarias en España: el PP, que obtuvo 137 diputados en el Congreso de un total de 350, y el PSOE, 121.

Ambas formaciones precisaban de los votos de otros partidos para lograr la mayoría absoluta, fijada en 176. EFE