El Presidente Emmanuel Macron, llamó a abrir un "pacto social" con empresarios y sindicatos para dar solución a la crisis desatada por la reforma de las pensiones. Pese a ello, su anuncio fue recibido con cierto escepticismo.

El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a abrir un nuevo capítulo tras la crisis desatada por la reforma de las pensiones. En ese sentido, tendió la mano para llevar a cabo un “pacto social”.

Sin embargo, la oposición y los sindicatos movilizados recibieron con escepticismo el llamado del mandatario francés.

En su primer mensaje televisado a la nación desde el comienzo de la crisis política y social en enero pasado, Macron insistió en que los cambios aprobados por su Gobierno eran la única respuesta posible ante el aumento progresivo del número de jubilados y de la esperanza de vida.

“¿Esta ley ha sido aceptada? Obviamente no -reconoció-. Pese a los meses de consultas no se pudo encontrar un consenso y lo lamento”, señaló.

“La puerta siempre estará abierta”

Asimismo, Macron admitió que hay un “enfado”. Esa “demanda de justicia social y de renovación de la vida democrática” hay que escucharla, dijo, y señaló que “la respuesta no puede estar en el inmovilismo ni en el extremismo”.

Por ello, propuso el nuevo “pacto social” junto con empresarios y sindicatos, para discutir “sin límites ni tabús” una serie de “temas esenciales” entre los que mencionó los salarios, la mejora de las condiciones de trabajo y la distribución de la riqueza.

“La puerta siempre estará abierta”, señaló el jefe de Estado, pese a que en los últimos tres meses se rehusó a recibir a los sindicatos en el palacio presidencial.

Cabe recordar que los sindicatos rechazaban de manera frontal el retraso de la edad mínima de jubilación, eje central e inamovible de la reforma para el Gobierno.