El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha declarado que nunca reconocerá la independencia de Kosovo ni su ingreso en la ONU pese a las negociaciones que mantiene su país para normalizar las relaciones con la antigua provincia.

Que Serbia no impida la integración de Kosovo en organismos internacionales es uno de los puntos de una nueva propuesta de la Unión Europea (UE) para que Belgrado y Pristina lleguen a un acuerdo.

“Mientras sea presidente de la república no firmaré ni formal ni informal reconocimiento de Kosovo ni su adhesión a Naciones Unidas”, dijo el presidente en una entrevista transmitida en la noche del martes por la televisión pública serbia RTS.

Vucic hizo esta afirmación en alusión a los últimos pasos dados en las arduas negociaciones entre Serbia y Kosovo para normalizar sus relaciones, el pasado lunes en Bruselas, donde participó, junto al primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, en unos encuentros organizados por el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Complejo diálogo

Aunque no consiguieron un acuerdo sobre la implementación del nuevo pacto promovido por la UE y apoyado por Washington, sí se mostraron en principio dispuestos a aceptarlo y accedieron a volver a reunirse en marzo para tratar de cerrarlo, algo que ha despertado las esperanzas de que se logre un progreso significativo.

Vucic confirmó anoche que los contactos con los mediadores europeos seguirán en marzo con el fin de trazar una hoja de ruta para la aplicación del acuerdo.

El mediador de la UE para el diálogo de Serbia y Kosovo, Miroslav Lajcak, intensificará sus visitas a Belgrado y Pristina con ese objetivo.

Kosovo declaró de forma unilateral, en 2008, su independencia, reconocida hasta ahora por Estados Unidos y la mayoría de los socios de la UE, pero no por Serbia, España, China, Rusia, India y otros Estados.

Nuevo pacto europeo

El nuevo pacto europeo prevé, entre otros, que Belgrado y Pristina reconozcan los documentos oficiales de ambos países, de tal manera que los ciudadanos de los dos países puedan viajar libremente entre uno y otro.

Además, estipula que Serbia no impida la entrada de Kosovo en organismos internacionales, al tiempo que el acuerdo prevé “más seguridad, certeza y predictibilidad” de derechos para los integrantes de la minoría serbia en Kosovo.

Vucic se mostró poco confiado en que Pristina ceda pronto una autonomía para los serbokosovares, que, si bien fue acordada en 2013 con el llamado “acuerdo de Bruselas”, sigue aún sin cumplirse a pesar de las presiones internacionales.

Serbia insiste en esa asociación como condición para seguir adelante con el proceso de normalización.