Bielorrusia se ha visto afectada por una ola de sanciones occidentales por ayudar a la acción militar de Rusia en Ucrania y por una feroz represión post-electoral en 2020, lo que complica el escenario económica de esa nación.

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, prohibió con efecto inmediato cualquier subida de precios de todo tipo de productos o servicios para combatir la inflación.

Lo anterior, argumentando que este fenómeno económico ha llegado a niveles “desorbitados” y que es necesario atajarla por decreto.

“Desde el 6 de octubre, cualquier subida de precios está prohibida”, sentenció Lukashenko.

La autoridad tras una reunión del Gobierno advirtió del riesgo al que se enfrentan quienes desoigan la orden o apliquen algún tipo de aumento de forma “retroactiva”, informa la agencia BelTA.

El mandatario advirtió que se podrán contemplar “excepciones”. Esto, pese a que cualquier potencial subida debe ser autorizada previamente por el Gobierno, por los gobernadores regionales o por el Ayuntamiento de Minsk.

Quienes incumplan las nuevas medidas, se arriesgan a “la detención inmediata y procedimientos penales”.

Lukashenko ha exhortado a la Fiscalía y al Comité de Control, que vigila el cumplimiento de las órdenes presidenciales, a vigilar cualquier posible irregularidad.

Las estadísticas oficiales de Bielorrusia situaron en agosto en el 17,9% la inflación interanual, con subidas especialmente altas en el caso de los alimentos.

Algunos expertos vaticinan que la inflación podría alcanzar el 19 por ciento este año, según la agencia DPA.