La periodista rusa Marina Ovsyannikova mostró un cartel contra la guerra llevada a cabo en Ucrania en la televisión estatal rusa el lunes 14 de marzo, acción por la que fue detenida durante las últimas horas.

La periodista Marina Ovsiannikova, que se volvió célebre por haber interrumpido el telediario de un canal estatal de Rusia con un cartel contra la ofensiva rusa en Ucrania, fue detenida este miércoles por haber “desacreditado” al ejército, aseguró su abogado.

“Estamos en este momento con los investigadores. Se abrió una investigación” contra Ovsiannikova por “difusión de falsas informaciones” sobre el ejército ruso, declaró a la AFP el abogado Dmitri Zajvatov. “Fue detenida”, precisó.

Los investigadores deben decidir ahora si Ovsiannikova, quien tiene dos niños, será puesta en detención provisional o quedará en libertad a la espera de un juicio, según la misma fuente.

Desde fines de julio, Ovsiannikova ha sido condenada a pagar dos multas por haber “desacreditado” al ejército ruso, sobre todo en mensajes que criticaban la ofensiva en Ucrania publicados en las redes sociales.

Dos condenas con menos de seis meses de diferencia allanaron el camino para un caso penal, con posibles consecuencias legales mucho más graves.

La protesta de la periodista en Rusia

Ovsiannikova adquirió notoriedad a mediados de marzo después de aparecer en pleno telediario de la cadena pro-Kremlin en la que trabajaba con una pancarta denunciando la ofensiva en Ucrania y la “propaganda” de los medios controlados por el poder.

Las imágenes de ese gesto dieron la vuelta al mundo. Muchas personas elogiaron su valentía, en un contexto de represión en Rusia de las voces críticas.

Aunque muchos admiran su valentía, entre la oposición rusa hay quienes le reprochan su pasado cuando trabajó para la cadena progubernamental Pervy Kanal.

Después de trabajar varios meses en el extranjero, en particular para el periódico alemán die Welt, a principios de julio anunció que había regresado a Rusia para resolver una disputa legal relacionada con la custodia de sus dos hijos.

Desde que lanzó su operación en Ucrania en febrero, Rusia ha endurecido considerablemente su arsenal penal contra quienes denuncian al poder.