Su administración fue fuertemente criticada no solo por la ciudadanía sino que también por la oposición laborista. No obstante, sus fiestas en pandemia desataron una tormenta política que se transformó en una olla a presión. Aunque sobrevivió a los intentos de su propio partido para sacarlo del rol, su manejo de un caso de acoso sexual desató una ola de renuncias en el Gobierno, lo que finalmente lo llevó a dimitir y a dejar un puesto que siempre quiso ostentar.

El líder del Partido Conservador británico, Boris Johnson, comunicó este jueves su renuncia al rol luego de meses de baja popularidad, críticas y escándalos.

Eso en la práctica significa su renuncia al cargo de primer ministro: en el Reino Unido quien lidera el partido con mayoría en el Parlamento gobierna en nombre de la reina Isabel II.

Lee también...

Así, ahora los tories deben comenzar a buscar un reemplazante que logre unir al conglomerado y revierta tanto la negativa opinión pública como las encuestas (71% de desaprobación a fines de junio, según YouGov).

Cuando den con esa persona la salida de Johnson se hará efectiva, poniendo fin a un turbulento periodo en la política británica.

“Es claramente el deseo de la mayoría conservadora parlamentaria que haya un nuevo líder y de esta manera un nuevo primer ministro. He estado de acuerdo con que el proceso debe partir ahora. El calendario se publicará la próxima semana y por eso he instalado hoy un gabinete hasta que haya un nuevo líder”, dijo.

“A ese nuevo líder le digo, quien sea, que le daré tanto apoyo como pueda y a ustedes, el público británico, sé que habrá mucha gente que esté aliviada y muchos decepcionados. Quiero que sepan lo triste que estoy dejando el mejor trabajo del mundo, pero así es la vida”, agregó.

En un discurso televisado y ante algunos simpatizantes mencionó algunos de los puntos que más orgullo le causan de su tiempo en el poder.

Entre ellos destacó concretar el Brexit, regresarle el poder al Parlamento para que este haga sus propias leyes, sacar al país de la pandemia – aunque eso sea discutible – iniciar una rápida vacunación y festejó el haber levantado primero las restricciones por la covid-19.

Al mismo tiempo Jonhson aseguró haber liderado a Occidente contra la agresión de Rusia en Ucrania y también lo doloroso que es para él no ver el fin de tantas ideas y proyectos que tenía.

Los escándalos de Boris Johnson

Tras una larga carrera en política que lo llevó a ser alcalde de Londres su apoyo al Brexit finalmente lo envió a Downing Street en 2019, de la mano de una gran victoria conservadora.

“La más grande desde 1979”, dijo, haciendo referencia a la elección con que el Reino Unido eligió por primera vez en su historia a una mujer como primera ministra: Margaret Thatcher.

Como todo Gobierno su mandato comenzó con la típica luna de miel que gozan los políticos, pero llegó la pandemia y con ella los problemas para su administración.

Con los meses se supo que Johnson, que incluso estuvo hospitalizado debido a un cuadro grave producto de la covid-19, realizó fiestas en Downing Street cuando él mismo había impuesto estrictas reglas de aislamiento.

El escándalo que derivó de ese caso, denominado “Partygate” llegó a tal punto que sus propios compañeros conservadores lanzaron una moción de censura en su contra, la que sobrevivió.

Pero el escándalo final llegó durante estos últimos días: un parlamentario cercano a Johnson fue acusado de acoso sexual contra dos hombres y su manejo desató una ola de dimisiones en el Gobierno.

En solo dos días 59 figuras presentaron sus renuncias a diversos cargos, lo que obligó al también periodista, de 58 años, a dejar el rol de líder tory y con ello el cargo que siempre quiso ostentar.

Boris Johnson ahora pasa a la historia como el primer ministro número 14 de Isabel II.

La monarca, que comenzó su reinado con el también conservador Winston Churchill como líder del Gobierno, cumplió en febrero 70 años en el trono.