El papa Francisco afirmó que aunque a veces se le dice que está “a un paso de la herejía”, “son riesgos que se toman”, cuando, durante el vuelo de hoy de regreso de su visita de tres días a Irak, habló con los periodistas de su histórica reunión con el líder chií Ali al Sistani, uno de los momentos más importantes del viaje.

“Tantas veces se debe arriesgar para dar este paso. Hay algunas críticas de que el papa no es valiente, que es un inconsciente, que está dando pasos contra la doctrina católica, que está a un paso de la herejía, Son riesgos, pero estas decisiones se toman siempre en oración, en diálogo, pidiendo consejo. No son un capricho”, dijo Francisco en la tradicional rueda de prensa en el avión después de los viajes.

Francisco destacó de su reunión con Al Sistani que el líder chíí, que no suele levantarse ante nadie, lo hizo hasta en dos ocasiones para estrecharle las manos.

Explicó su decisión de reunirse con él porque es “un hombre sabio” y “un hombre de Dios” y que esto se percibe sólo escuchándole.

“Él es una persona que tiene la sabiduría y la prudencia. Él me decía que hace 10 años que no recibe a gente que va a visitarlo con otros motivos, políticos o culturales, solo religiosos. Fue muy respetuoso en el encuentro. Yo me sentí honrado. Él me saludó, nunca se levanta. Y se levantó dos veces para saludarme. Un hombre humilde y sabio. A mi me hizo bien al alma este encuentro”, describió Francisco.

Sobre si el mensaje de esta reunión estaba dirigido a los líderes religiosos de Irán, Francisco aseguró que era para todo el mundo.

El papa se reunió con el gran ayatolá el pasado sábado en su modesta casa en Nayaf, la ciudad sagrada para los chíies y supuso un histórico paso en las relaciones entre Islam y el Vaticano.

Para Francisco, la firma del documento sobre la Fraternidad Humana con Ahmed el-Tayeb, gran imán de la mezquita al-Azhar, la institución más importante del islam suní, fue un primer paso y la reunión con Al Sistani, otro .

Con respecto al viaje en general, el papa Francisco reconoció que su visita de tres días a Irak fue “mucho más” agotador que otras visitas al extranjero.

“Tengo que confesar que durante este viaje me sentí mucho más cansado que en otros”, aseguró el pontífice, de 84 años, a quien se le vio cojeando debido a la dolorosa ciática que sufre y que lo ha obligado a cancelar en el pasado varios compromisos.

En la rueda de prensa, el pontífice también se refirió a una posible vuelta a Argentina en caso de que un día renunciara al papado. Al respecto declaró que no piensa regresar a vivir a su país.

El tema fue mencionado recientemente en el libro de un médico y periodista argentino y el papa, de 84 años, respondiendo a una pregunta sobre el tema confirmó que no pensaba volver a Argentina. “No pienso volver a Argentina sino que me quedaré en mi diócesis”, en Roma, dijo, añadiendo con humor: “Viví 76 años en Argentina. Es suficiente, ¿no?”.