El marroquí Ayoub El Khazzani, que intentó un ataque con un kaláshnikov en un tren de alta velocidad francés entre Amsterdam y París en agosto de 2015, fue condenado a cadena perpetua este jueves por un tribunal francés.

Tres hombres acusados de haber proporcionado ayuda al atacante y al coordinador del atentado, Abdelhamid Abaaoud, fueron condenados a penas de entre 7 y 27 años de cárcel.

Detenido por militares en vacaciones

El 21 de agosto de 2015, Ayoub El Khazzani subió a un tren en la estación de Bruselas, en Bélgica, armado con un kaláshnikov, una pistola, un cúter y 300 municiones. Fue contenido por un grupo de pasajeros, dos de los cuales eran soldados estadounidenses que se encontraban de vacaciones, vestidos de civil.

Estos se abalanzaron sobre él, evitando que no matara “indiscriminadamente y con indiferencia al conjunto de pasajeros”, declaró el tribunal en su fallo, siguiendo la petición de la fiscalía.

Cuando se anunció el veredicto, Ayoub El Khazzani, de 31 años y vestido con camisa a cuadros y el pelo atado, permaneció de pie, inmóvil y sin manifestar emoción alguna.

Hubiera podido cometer “un atentado indiscriminado” que hubiera sido “particularmente mortífero” si no se hubiera dado “un concurso de circunstancias particularmente improbables” (sus municiones eran defectuosas) y sin “la valentía excepcional de los pasajeros”, declaró el presidente del tribunal, Franck Zientara.

Durante el juicio, El Khazzani afirmó que la única misión que le habían encomendado era matar a los soldados estadounidenses y a miembros de la Comisión Europea, que iban a bordo del tren.

El tribunal recordó que los estadounidenses no llevaban “ningún signo distintivo” y que El Khazzani había montado al tren con un “verdadero arsenal […] susceptible de dejar múltiples víctimas”.

Su objetivo era matar “de forma indiscriminada y con indiferencia” a los 200 pasajeros del convoy, según el presidente.

Los otros acusados, Bilal Chatra, Redouane El Amrani Ezzerrfi y Mohamed Bakkali, fueron declarados culpables de haber ayudado a Khazzani y Abaaoud en su periplo para llegar a Europa desde Siria y fueron condenados respectivamente a 27, 7 y 25 años de prisión.

El presidente también recordó que el ataque abortado se enmarcaba “en una verdadera campaña de atentados masivos que tuvieron su apogeo” en los ataques del 13 de noviembre de 2015 en París y de marzo de 2016 en Bruselas.