Las principales autoridades alemanas se reunían este jueves en la sinagoga de Halle, escenario de un mortífero atentado con dos fallecidos, con miembros de la comunidad judía que pide más protección y acciones contra una extrema derecha que gana espacio en el país.

La canciller Angela Merkel, por su parte, prometió este jueves “tolerancia cero” frente “al odio”. “Los representantes del Estado de derecho deben utilizar todas las vías que éste les brinda para combatir el odio, la violencia (…) es la tolerancia cero”, declaró en Núremberg en un discurso ante sindicalistas metalúrgicos.

El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, será el primero en acudir a la sinagoga, acompañado por un representante del Congreso judío mundial, Maram Stern, y el presidente del Consejo central de los Judíos de Alemania, Josef Schuster.

Este último consideró “escandaloso” que la sinagoga atacada no estuviera protegida por la policía el miércoles, cuando los judíos celebraban una de sus fiestas más sagradas, el Yom Kippur, el día del Perdón.

El miércoles por la noche, la canciller Angela Merkel participó en una vigilia de homenaje y duelo en la gran sinagoga de Berlín y condenó tajantemente el ataque.

“Necesitamos actos y no solamente palabras” para proteger los lugares de oración, denunció por su parte el presidente del Congreso judío mundial, Ronald Lauder.

Sobre todo “debemos crear un frente unido contra los neonazis y otros grupos extremistas. El hecho de que ganen espacio 75 años después del Holocausto habla por sí solo”, agregó.

Asimismo, el fiscal federal, Peter Frank, afirmó que el joven atacante quería “cometer una masacre”. “Lo ocurrido ayer (miércoles) fue (un acto de) terrorismo”, destacó.