El primer ministro británico, Boris Johnson, sufrió este jueves su séptima derrota consecutiva en el parlamento, donde los nervios están a flor de piel ante la proximidad de un Brexit incierto que suscita un debate cada vez más divisivo y tenso.

Por 306 votos contra 289 los diputados rechazaron una propuesta conservadora de hacer un breve receso la próxima semana, de lunes a miércoles, para permitir a los miembros del partido gubernamental acudir al congreso anual de su formación.

El parlamento no suele trabajar durante las semanas de septiembre destinadas a las conferencias de los partidos.

Pero este año, después de que Johnson impusiese una controvertida suspensión de las labores parlamentarias durante cinco semanas que el martes fue dramáticamente anulada por la justicia al considerarla “ilegal”, los ánimos de los diputados están muy alterados.

Especialmente cuando se acerca la nueva fecha prevista para el Brexit, el 31 de octubre, sin acuerdo con Bruselas a la vista.

Esta es la séptima derrota desde que llegó al poder en julio el controvertido primer ministro, criticado incluso en sus propias filas por su estrategia respecto a la UE y sus provocadoras declaraciones.