El gobierno español elevó este lunes el tono contra el ministro del Interior italiano Matteo Salvini, acusándolo de querer aprovecharse políticamente del destino de los 107 migrantes todavía bloqueados a bordo del buque humanitario español Open Arms.

Ante el cierre de los puertos italianos, Madrid propuso llevar a los migrantes a las islas españolas Baleares, a unos 1.000 km de distancia de la isla italiana de Lampedusa donde se encuentra el barco, lo que la oenegé Proactiva Open Arms juzgó “incomprensible”.

Algunos de los rescatados todavía bajo tutela de la organización llevan 18 días a bordo, por lo que el martes podrían superar el récord de 19 días bloqueados vivido por un grupo de migrantes rescatados por el SeaWatch3 y desembarcados finalmente en Malta en enero.

“Lo que está haciendo Salvini en relación al Open Arms es una vergüenza para la humanidad en su conjunto”, aseveró ante la prensa la ministra española de Defensa, Margarita Robles, apuntando a “una finalidad exclusivamente electoral” del líder ultraderechista italiano.

Crisis psicológica

El domingo, Madrid propuso el puerto de Algeciras, en el extremo sur de España, pero la oenegé lo juzgó “absolutamente inviable” por la duración del trayecto.

El gobierno español ofreció entonces las Baleares, más cercanas pero todavía a unos 1.000 kilómetros de Lampedusa.

En un comunicado, Proactiva Open Arms calificó esta decisión de “completamente incomprensible”.

“Con nuestro barco a 800 metros de las costas de Lampedusa, los estados europeos están pidiendo a una pequeña ONG como la nuestra, que haga frente
(…) a tres días de navegación, en condiciones climáticas adversas”, añadió.

“Es urgente terminar ya con la experiencia inhumana e inaceptable que están viviendo las personas que hemos rescatado en el mar”, insistió la ONG, señalando una “grave crisis psicológica a bordo”.

El domingo difundió un vídeo de cuatro migrantes que saltaron del barco para intentar llegar a nado hasta Lampedusa.