El recién nombrado primer ministro británico, Boris Johnson, prometió el miércoles que logrará sacar a Reino Unido de la UE el 31 de octubre, “cueste lo que cueste”, y con ello batirá a “los incrédulos, a los pájaros de mal agüero, a los aguafiestas”.

Johnson realizó su primera conferencia de prensa en Downing Street, poco después de haber recibido en el palacio de Buckingham el encargo de la reina Isabel II de formar gobierno.

“Cumpliremos la promesa hecha por el Parlamento al pueblo y saldremos de la Unión Europea el 31 de octubre, sin condiciones”, Johnson, quien sucede a Theresa May, renunciante a causa de su fracaso para implementar el Brexit.

El ex alcalde de Londres y ex ministro de Relaciones Exteriores repitió una vez más que si esto tuviera que hacerse costa de una salida sin acuerdo, su país estaría preparado.

“Es vital que nos preparemos para la posibilidad remota de que Bruselas se niegue a continuar negociando y nos veamos forzados a irnos sin un acuerdo, no porque nos gustase este resultado, sino porque es de sentido común prepararnos”, añadió.

“Terminar el Brexit”

Tres años después del referéndum para abandonar la UE, el Reino Unido sigue siendo miembro después de haber retrasado dos veces su partida.

Johnson lideró en 2016 la campaña para abandonar el bloque y, tras dos aplazamientos solicitados por May, insiste en que hay que respetar el plazo actual.

“Vamos a terminar el Brexit el 31 de octubre”, dijo momentos después de ganar las elecciones internas del Partido Conservador.

El texto que está sobre la mesa, negociado entre los 27 socios europeos y Theresa May, y rechazado por el Parlamento británico en tres ocasiones, no se toca, advirtieron en Bruselas.

En ese sentido, el negociador de la Unión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier, dijo que espera “trabajar constructivamente con el primer ministro Boris Johnson cuando asuma el cargo, para facilitar la ratificación del Acuerdo de Retirada y lograr un Brexit ordenado”.

Sin embargo, la alternativa de salir sin acuerdo toparía con la oposición del parlamento británico, incluyendo la de numerosos diputados conservadores.

El nuevo primer ministro toma el relevo con una precaria mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes del parlamento, de tan solo dos diputados.

El nombramiento de Johnson provocó que el titular de Finanzas Philip Hammond y varios ministros más anunciasen que dimitían, principalmente porque no comparten la posición de Johnson de salir de la UE sin acuerdo.

La agenda de Johnson se ve complicada además por el peligroso contencioso con Irán por la captura de petroleros británicos en el Golfo, en represalia por la inmovilización en Gibraltar de un petrolero iraní, acusado de violar las sanciones europeas a Siria llevando crudo a este país.