Los diputados británicos rechazaron por tercera vez el acuerdo alcanzado por la primera ministra, Theresa May, y la Unión Europea para el Brexit.

El Tratado de Retirada fue tumbado esta vez por 344 votos contra 286 al término de una caótica serie de votos durante la cual la Cámara de los Comunes ya lo había rechazado masivamente en dos ocasiones, el 15 de enero y el 12 de marzo.

La primera ministra había ofrecido su renuncia en caso de que se aprobase la medida.

Destinado a poner fin a 46 años de complicadas relaciones entre Reino Unido y sus socios europeos, este texto de 585 páginas, fruto de casi dos años de arduas negociaciones con la Unión Europea, preveía un periodo de transición hasta finales de 2020 para evitar que la ruptura fuera demasiado brutal.

Su rechazo deja ahora al país ante la sombría perspectiva de un Brexit sin acuerdo dentro de dos semanas, o la necesidad de solicitar otra prórroga a Bruselas.

Este tercer rechazo tuvo lugar el mismo día en que el país debía teóricamente haber abandonado la UE, el 29 de marzo de 2019, casi tres años después del referéndum en que 52% de británicos votaron a favor del Brexit.

Ante el bloqueo parlamentario, Londres tuvo que pedir un aplazamiento a los otros 27 países del bloque. Estos aceptaron pero con condiciones: advirtieron de que si Reino Unido no adoptaba el acuerdo esta semana no podría beneficiarse de una prórroga hasta el 22 de mayo y debería presentar un plan alternativo antes del 12 de abril.