El gobierno del presidente francés Emmanuel Macron recibía una ola de críticas de la oposición y en las redes sociales por los violentos incidentes y desmanes que se produjeron en la avenida de los Campos Elíseos de París durante la 18ª manifestación de los “chalecos amarillos”.

“Espero explicaciones” del gobierno declaró al periódico Le Parisien la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, que dijo estar “realmente enojada” por los incidentes.

“Mi sentimiento es que deberíamos ser capaces de controlar una situación como la que acabamos de ver. Por ello, una vez más, espero explicaciones. Estamos en el corazón de una grave crisis social y política. Esas fracturas no pueden durar más. ¡Ya no podemos seguir así!”, dice Hidalgo en la entrevista.

El presidente Macron prometió el sábado por la noche, luego de interrumpir su fin de semana de esquí con su esposa en los Pirineos franceses y regresar a París, medidas “fuertes”.

El primer ministro, Edouard Philippe, convocó a una reunión este domingo por la tarde para adoptar esas “decisiones”.

La 18ª jornada de manifestaciones de los “chalecos amarillos”, un movimiento de protesta que denuncia la política social y fiscal del gobierno de Macron desde mediados de noviembre, estuvo marcada por incidentes muy violentos en París, en su mayoría provocados por gente vestida de negro y enmascarados.

En total quedaron detenidas 200 personas, de las cuales 15 menores de edad.

La jornada de protesta fue anunciada como un “ultimátum” a Macron, considerado por los manifestantes como “el presidente de los ricos”.

En la avenida de los Campos Elíseos se destrozaron al menos 80 negocios, de los cuales unos veinte fueron saqueados o incendiados, joyerías y tiendas de lujo.

“En París, los capuchas negras reemplazaron a los ‘chalecos amarillos’. Los Black Blocs destruyen, queman, violentan en total impunidad”, tuiteó la presidenta del partido de extrema derecha Reagrupación Nacional, Marine Le Pen.

El semanario Le Journal du Dimanche se interrogó: “¿Qué hizo la policía?”. “La importancia de los daños plantea interrogantes sobre la eficacia del dispositivo de seguridad”, estima.

‘Arde París’

Las redes sociales ardían de críticas y las fotos de la avenida de los Campos Elíseos en llamas junto a las del presidente esquiando en los Pirineos se compartían desde todos los ángulos.

“¡Arde París y Macron frente a las cámaras esquía!”, “es repugnante de inconsciencia y de irrespeto hacia los franceses”, tuiteó el domingo la eurodiputada de Los Republicanos (oposición de derecha) Nadine Morano.

El ministro de Interior, Christophe Castaner, también era muy criticado, en particular porque desde hace pocos días circulan en las redes sociales fotos suyas en una discoteca parisina la noche del sábado anterior, día de la 17ª movilización de los ‘chalecos amarillos’.

“Hay un gobierno que hoy, evidentemente, no hace su trabajo”, lanzó el domingo el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure.

La nueva jornada de incidentes vuelve a poner presión sobre el gobierno, que se ufanaba los días anteriores de una menor movilización de los manifestantes las últimas semanas.

Esta nueva manifestación coincide con el fin del “gran debate nacional”, impulsado por el gobierno para intentar encontrar una salida a la crisis.

En todo el país se organizaron más de 10.300 reuniones locales en ese marco, y 1,4 millones de contribuciones fueron registradas en una página internet creada para ello.

El gobierno se dio hasta mediados de abril para decidir qué hará con las numerosas propuestas.

Sin embargo, según una consulta, el 70% de los franceses no espera que haya milagros y estima que el gran debate no permitirá salir de la crisis que atraviesa el país.