Es una elección que ya se prevé histórica. La España que se muestra al mundo de cara al próximo 28 de abril, debe elegir a miembros del Congreso de los Diputados y del Senado, las dos cámaras de las Cortes Generales, organismo que representa al pueblo español.

Históricas, se dice, porque en la contienda se presentan dos corrientes fragmentadas pero necesarias entre sí. Se trata de los bloques conformados por la izquierda, encabezada por Pedro Sánchez,(PSOE) apoyado por Pablo Iglesias (Podemos).

Haciendo el contra peso, entran en juego en la ultra derecha Pablo Casado (Partido Popular) y Albert Rivera de centro derecha (Ciudadanos). Este último suma fuerzas con Vox, un partido político creado en 2014 y que aspira a conseguir representación parlamentaria en un momento clave para el bloque.

Desde que el actual líder español Pedro Sánchez anunció el adelanto de elecciones, los bloques mencionados han suscitado una vorágine de división en todo el espectro político, en un país donde la moción de censura contra el ex presidente Mariano Rajoy, debilitó a la derecha.

Varios factores entraron en juego para el adiós obligado de Rajoy, promovido por Sánchez en junio de 2018: las elecciones en Cataluña, (en busca de su independencia) y los escándalos de corrupción sacudiendo al PP, luego que la audiencia española determinara que este partido se benefició de sobornos por el caso Gürtel.

BENJAMIN CREMEL / Agencia France-Presse
BENJAMIN CREMEL / Agencia France-Presse

Sin embargo, el escenario ha cambiado sobre todo para el PP que pretende recobrar el tiempo perdido y ante todo, la credibilidad. Enfrascados en una contienda de las más aguerridas, la derecha e izquierda española se juegan entonces más que los 350 escaños para el congreso y 208 para el senado.

“El bloque de Colón”

La oportunidad que persiguen la derecha e izquierda española, está en el aire, es decir, desde la precampaña electoral.

El periódico El País ha dejado al descubierto en sus reportes, los artificios que cada uno de los bloques pretenden aplicar para dejar atrás los fantasmas en la cabeza de los electores.

Por ejemplo la derecha, cuestionada por el efecto Rajoy, tiene en su línea de ataque el Juicio del Procés que tiene que ver con el procesamiento a los líderes que impulsaron la causa independentista catalana. Su discurso, entre otros, es abanderarse en contra de esa posibilidad de independizarse. Ahí es donde la ultra derecha volvería recargada al redil (si resulta su ultranacionalismo).

La izquierda, entre tanto, tiene en la mente el recordatorio de los escándalos de corrupción que generaron la caída de Mariano Rajoy. La idea de aliarse en bloques no resulta descabellada, dado que hoy más que nunca, “la unión hace la fuerza” en la España fragmentada ideológicamente.

Pedro Sánchez ha insistido en los que considera riesgos latentes camino a las urnas.”La derecha defiende una España en la que solo caben ellos, nosotros un país constitucional en el que caben todos”. De hecho la califica como “La Derecha de Colón”.

Es parte de un discurso que trata de resolver las críticas de los medios de comunicación de su país, que califican su mandato de “efímero”, pero aún así considera que debe seguir liderando para dejar atrás las desigualdades.

En la izquierdista Podemos, apoyando a Sánchez, no hay un optimismo ciego a la causa del PSOE. Una de sus caras más visibles, Irene Montero, lamenta que quedara sin efecto la alianza que sacó a Rajoy del poder.

De todas formas, los resultados que puedan venir a partir del 28 de abril, mostrarán una correlación de fuerzas, interesante al mundo.

JAVIER SORIANO / Agencia France-Presse
JAVIER SORIANO / Agencia France-Presse

La causa feminista en agenda

El 8 de marzo, cuando el feminismo conmemora su movimiento cada vez extrapolado a la política y otras causas ciudadanas, los partidos políticos en España, saben que hay un caudal de mujeres que no pueden menospreciar, como el mismo machismo que obligó a componer una estrategia contra el patriarcado.

Las encuestas lo dicen claramente. Las mujeres, hoy por hoy, suponen el 60% de los votantes indecisos, reporta El País. Son nada más y nada menos que 4 millones de votos flotantes que hay que convencer.

El viernes, las españolas se suman a una huelga general feminista con alcances internacionales y el ultra derechista PP, ha dado un giro importante en un tema vital para el feminismo: la brecha salarial.

Hace un año, el Partido Popular no veía prioritario legislar sobre la brecha salarial, puesto que como es ilegal, se volvía innecesario.

En plena campaña, propone impulsar un pacto de Estado al respecto. Ciudadanos, su centro derecha como soporte, ha presentado un “manifiesto feminista”. Su principal característica es regular la prostitución y los vientres de alquiler.

Se trata de un cambio significativo, viniendo de una ideología que ha mantenido a través de la historia una idea consagrada del rol de la mujer y el hombre en la sociedad.

El elemento irónico es que, el PP cuenta con el 57% de votantes femeninas dispuestas a marcar su bandera. El PSOE con un 55%, según la encuesta CIS, pese a que Sánchez apoya la causa femenina de la igualdad.

CIS | El País
CIS | El País

Un interesante escenario se viene el 28 de abril en España, el cual podría revelar un mapa político complejo desde el congreso y el senado. Las decisiones dependerían de la negociación ampliada, dejando al bipartidismo en segundo plano, si es que se materializa el apoyo de la centro izquierda y derecha a sus respectivas causas.