El primer ministro belga, Charles Michel, anunció este martes la renuncia de su gobierno de centro derecha, nueve días después de que los ministros nacionalistas flamencos que se oponían al pacto mundial de la ONU sobre las migraciones dimitieran.

Michel hizo el anuncio al término de un debate en el Parlamento en el que pidió a la oposición que lo apoyara sobre varios temas clave, para permitir al gobierno continuar su labor.

Un llamado que “no fue escuchado”, lamentó el primer ministro durante una suspensión de la sesión, mientras que los socialistas y ecologistas anunciaban que presentaban una moción para derrocarlo.

“Por lo tanto, he tomado la decisión de presentar mi renuncia y mi intención es ir ante el rey inmediatamente”, anunció el dirigente liberal francófono, en el poder desde octubre de 2014.

Desde el 9 de diciembre, cuando abandonaron el gobierno los ministros nacionalistas flamencos del N-VA, Michel era el líder de un gobierno que quedó privado de la mayoría en la Cámara de diputados.

El N-VA, primera fuerza política en la Cámara con 31 escaños sobre un total de 150, había retirado su apoyo a la coalición que integraban la víspera del viaje de Charles Michel para aprobar el Pacto sobre la migración de la ONU en nombre de Bélgica, el 10 diciembre en Marrakech (Marruecos).

A pesar de su carácter no vinculante, este texto fue rechazado por los nacionalistas flamencos, estimando que abre el camino a una pérdida de soberanía para definir la política migratoria de los Estados que los firmen.

Desde hace una semana varios partidos de la oposición exigían que Charles Michel organice un voto de confianza para juzgar la capacidad del gobierno en continuar su trabajo hasta las legislativas de fines de mayo. Michel se opuso.