Las imágenes de decenas de estudiantes de rodillas y con las manos en alto, detenidos tras disturbios, causaban revuelo en Francia este viernes, víspera de nuevas protestas de alto riesgo de los “chalecos amarillos” para las que se va a desplegar a casi 90.000 policías.

Los estudiantes, críticos con las reformas educativas del gobierno, se han sumado a la ola de descontento que recorre Francia y bloquean desde comienzo de la semana un centenar de centros de educación.

En un instituto de Mantes-la-Jolie, un suburbio al oeste de París, 151 personas fueron arrestadas frente al centro después de que los manifestantes, incluyendo varios encapuchados, se enfrentaran con la policía y quemaran dos automóviles.

Las imágenes de los estudiantes arrodillados circularon rápidamente por las redes.

“Nada justifica esta humillación”, reaccionó el presidente del Partido Socialista, Olivier Faure, quien llamó a no atizar el fuego en un país al rojo vivo por la crisis desatada hace tres semanas por el movimiento de los “chalecos amarillos”.

El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, admitió por su parte que las imágenes son “impactantes” pero pidió “poner las cosas en su contexto”.

Protestas estudiantiles

Varios miles de estudiantes de secundaria desfilaron este viernes en París, al grito de “¡Macron, dimisión!”, en un clima de alta tensión social en Francia, luego de la detención de los jóvenes de Mantes-la-Jolie.

Es la primera vez que los estudiantes de secundaria marchan en la capital francesa desde inicios de semana, cuando comenzaron las primeras manifestaciones estudiantiles y bloqueos de centros educativos en varias ciudades del país.

“Esperamos que nos escuchen y que anulen las reformas anunciadas”, señaló Jeanne, una estudiante de último año del instituto Jean-Jaurès en Montreuil, un suburbio parisino, que lleva en su suéter una pegatina “Resistir no es un crimen”.