El Kremlin aseguró este lunes que Holanda no ha dado ninguna prueba que respalde las acusaciones según las cuales espías rusos intentaron, en abril, piratear la sede de la Organización Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), con sede en La Haya.

“No”, respondió Dimitri Peskov a los periodistas que le preguntaron si existían pruebas de los hechos que denunció la semana pasada Holanda, especialmente los pasaportes diplomáticos utilizados por los supuestos cuatro agentes de la inteligencia rusa que fueron expulsados.

“Existen canales habituales de trabajo (…). Que ellos transmitan los documentos, las pruebas y las informaciones por esos canales y nosotros estamos listos para mirarlos. No tenemos la intención de hablar de este asunto a través de los medios”, agregó.

Es la primera reacción del Kremlin desde que La Haya acusara el jueves a Moscú de este intento de ciberataque y después de que varias potencias señalaran a Rusia como promotora de éstos en el mundo.

En paralelo, también esta jornada, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que convocará al embajador holandés en Moscú, informaron las agencias rusas.

“En relación con la campaña de desinformación organizada en La Haya, el embajador holandés será convocado en el Ministerio de Relaciones Exteriores el lunes”, indicó la cartera a agencias.

Las autoridades holandesas explicaron que los presuntos agentes rusos habían colocado un vehículo repleto de equipos de vigilancia electrónica en el estacionamiento de un hotel cercano a la sede de la OPAQ en La Haya, para piratear su sistema informático.

El intento de ciberataque tuvo lugar cuando la organización analizaba un presunto uso de armas químicas en Siria, que los países occidentales atribuyeron a Moscú, y el envenenamiento con una sustancia neurotóxica del exespía ruso Serguéi Skripal en Inglaterra, del que Londres acusó también a Rusia.

Rusia denunció “un acto de propaganda” e ironizó sobre lo que denominó como “la espionitis aguda de los occidentales”, según escribió el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Holanda, Reino Unido, Canadá, Australia, Estados Unidos y Francia acusan al Kremlin de haber orquestado una serie de ciberataques mundiales.