Se trataba de un juego sexual, que según el periódico De Telegraaf, puso al borde la muerte a un hombre de 29 años el pasado 25 de agosto.

El holandés y su esposa decidieron cocer más de media docena de huevos, 15 para ser exactos, pelarlos e introducirlos en su cavidad anal, uno a uno, como parte de un juego sexual que arrojó consecuencias impensables para el sujeto.

Ambos estaban bajo los efectos de la droga HGB (Ácido Gammahidroxibutírico), la cual es conocida como “la droga del sexo”, pues aumenta la euforia y hace perder la conciencia.

Fue así que decidieron llevar a cabo la arriesgada práctica, la cual terminó mal, pues al no soportar el dolor, el hombre tuvo que ser hospitalizado de emergencia, horas después de su desacierto.

De Telegraaf | Holanda
De Telegraaf | Holanda

Un lavado intestinal y una operación de emergencia

Uno de los médicos que lo auxilió, reveló más tarde a la prensa holandesa que el hombre ingreso al hospital con una frecuencia cardíaca elevada y una respiración acelerada, producto de la droga utilizada.

La investigación también mostró que los músculos abdominales del hombre se contrajeron al azar. Fue sometido entonces a una tomografía computarizada y, además de una perforación en el colon, se hizo visible una “gran cantidad de aire y líquido en la cavidad abdominal libre”, según el parte médico.

Fue necesaria, ante el complicado panorama, una cirugía de emergencia en la que quedó al descubierto una rotura en la pared intestinal debido a la acumulación del material que se descomponía rápidamente, dada la forma en la que fue introducido.

La cirugía y un lavado permitieron su recuperación, pero el tema ha logrado notoriedad en territorio holandés, debido al uso peligroso de drogas como la HGB y la pérdida del control que generan en quienes las usan en busca de una noche desenfrenada que casi le cuesta la vida al protagonista de esta historia.

Archivo Clarín
Archivo Clarín

Las drogas del sexo y sus consecuencias

El año pasado, el periódico español ABC, dedicaba un artículo al término “Chemsex”,(Chemical y Sex) sesiones de sexo ininterrumpidas durante días bajo los efectos de las drogas.

Es un término y práctica importados desde países como Estados Unidos y alentado desde el uso de aplicaciones para citas que han puesto a rodar una realidad que no está a la vista de todo el mundo pero que existe y pone en grave riesgo a quienes se adentren a la misma.

«Es una realidad que está modificando los hábitos de gran parte de la población homosexual y tienen una grave incidencia los asistentes, tanto en su salud física y mental como en el desarrollo habitual de su vida», relató al citado medio español, Andrés Quinteros, director del Centro de Adicciones de Madrid, CETRAD.

El uso de drogas sofisticadas en encuentros sexuales, previa cita desde las Apps, involucran a la mencionada HGB, Metanfetaminas o la mezcla de ambas (suministradas vía intravenosa) conocida como “Slamming”.

Pese a que sugieren un potencial riesgo a la salud de quienes las consumen, estas representan además un riesgo social, ya que quienes han caído presa de las mismas, pierden incluso sus empleos, dado que pasan varios días bajo sus efectos y pierden además de su dinero, sus puestos de trabajo al quedar a merced de sus efectos.

Otro de los riesgos son las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) En España, el 90% de sus portadores, las adquirieron combinando el uso de estas drogas, en plena práctica del “Chemsex” que llegó a esa nación europea desde 2012.

La Sexta España
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