Carles Recio es el jefe de una unidad bibliográfica en el edificio del Archivo de Valencia en España, trabajo por el cual cobraba 50,000 Euros por año (38 millones de pesos chilenos aproximadamente), un puesto que se creó sólo para él y que desempeño por más de 10 años.

Sin embargo, no existen registros de que haya hecho una sola publicación o edición en una década de carrera.

Según consigna el medio español La Sexta, Recio habría llegado cada día a las 7:30 de la mañana a fichar su entrada al trabajo, para luego inmediatamente salir de la oficina a “cumplir su función” de acuerdo al hombre.

“Yo hago una labor de documentación fuera de la oficina, un trabajo de negro”, aseguró al hablar con el canal.

El funcionario afirmaba que su trabajo era documentar y publicar archivos que se encontraban fuera de la oficina del Archivo de Valencia. Sin embargo, los investigadores de la diputación del área han rechazado esta defensa, ya que no existe prueba concreta de que este trabajo haya sido realizado en ningún momento.

La situación fue denunciada por el diario español El Mundo, el cual presionó a la administración por una explicación

Sin embargo, no existe razón explicita para la creación o manutención del cargo. “No quiero meterme en un berenjenal pero desde luego no fue esta diputación la que creó ese puesto ‘ad hoc"”, explicó Jorge Rodríguez, presidente de la Diputación de Valencia al hablar con el canal sobre el caso.

La investigación ante el caso, la cual comenzó en Marzo de 2018, ha finalizado, según información consignada por El Mundo, con la suspensión de Recio de su cargo por 9 años, evitando la penalización mayor que lo habría destituido de su puesto.

Según el fallo del Juzgado Contencioso Administrativo Número 3 de Valencia, Carles Recio “vino percibiendo sus retribuciones sin contraprestación alguna por su parte, más allá de un cumplimiento meramente formal de los sistemas de control horario”.

De esta manera se cierra uno de los casos políticos más extraños y controversiales del país europeo.