Un conductor británico, que participaba en una carrera clandestina de automóviles de lujo, fue controlado el domingo a 265 kilómetros por hora (km/h) en una autopista cerca de Calais, en el norte de Francia, informaron este lunes las autoridades locales.

En total, seis coches, entre un grupo de unos 15 autos que competían en una carrera de tipo “Modball“, superaron con creces el límite de velocidad autorizado, llegando entre 153 y 265 km/h de Nordausques, en la región de Pas-de-Calais, según la fiscalía de Saint-Omer.

Fueron interceptados en un peaje cerca de las 15:00 horas locales, 09:00 en Chile. A cuatro de ellos se les retiró el permiso de conducir inmediatamente.

En específico, el ciudadano del Reino Unido, de 51 años, que registró la máxima velocidad conducía un Ferrari.

En tanto, otro de los participantes, de 57 años, manejó un McLaren y alcanzó los 205 km/h.

Ambos tuvieron que pagar una multa de 750 euros y deberán comparecer ante el tribunal o a la policía de Saint-Omer, precisó la fiscalía a la agencia internacional Agence France-Presse (AFP).

Ambos formaban parte de un convoy de una quincena de autos que se dirigían a Austria.

La carrera terminaba el 29 de junio tras una serie de etapas, que la llevó por París, Lyon, Mónaco y Venecia, según la página web de la organización “Modball Rally“.

En total, un centenar de bólidos procedentes de Reino Unido, cruzaron la autopista A26 el domingo, según la prefectura.

Según a la misma página de internet, cuyo lema es “conduzcan todo el día, hagan la fiesta toda la noche”, 180 autos estaban inscritos para esta carrera.

“Es un carrera oficial, lo que no es forzosamente oficial es la velocidad ya que nos dicen que cada uno es libre para circular como quiera. El ‘Modball‘ no es responsable”, explicó a la AFP uno de los participantes franceses, que pidió anonimato.

“Para aprovechar al máximo, se tiene que evitar conducir demasiado rápido (…) Yo respeto (el límite) de 130 km/h en Francia, y conduzco a 150 km/h como máximo. Son 20 km/h por encima, ya es algo que está bien sin ser demasiado”, agregó, precisando que él y su copiloto pagaron 15.000 euros para participar en la carrera.

En la edición 2016, tres participantes fueron controlados a 233 km/h en esta misma autopista.