Estados Unidos ha visto como diversos tiroteos han dejado decenas de muertos en las últimas semanas. Desde la sucursal de un banco hasta un colegio cristiano, diferentes instituciones han sido escenarios de estas crueles masacres. Es en este contexto que una chilena lidera una ONG que busca poner fin a la normalización de la cultura de las armas en un país en el que las cifras son brutales: sólo en lo que va de 2023 se han reportado más de 130 tiroteos.

Así grafica Scarlet Ibarra, periodista chilena que vive hace casi tres años en Estados Unidos, la situación que se vive en el país del norte.

Madre de cuatro pequeños hijos, decidió pasar de las palabras a la acción, fundando Lives Or Guns, una ONG que busca acabar con la violencia armada en una nación en el que los ataques armados en lugares públicos se han vuelto parte de la cotidianidad.

Tal como explica la propia organización, con la misión de abogar contra la venta y el porte de armas también buscan promover medidas de seguridad en las escuelas públicas y los sistemas educativos para proteger a los niños.

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Desde la organización apuntan a una falta de acción del gobierno norteamericano para abordar este problema y el aumento alarmante de tiroteos en los últimos años. “Lives Or Guns tiene como objetivo crear un futuro más seguro para todos los estadounidenses abogando por leyes de armas sensatas y medidas de seguridad”, sostienen.

“Estoy en Coral Springs, condado de Broward, a unos 40 minutos de Miami. “Antes estuve en New Jersey 2 años más o menos y el frío nos trajo para acá”, cuenta a BioBioChile.

“Estoy contenta con mi marido acá, somos emprendedores. Iniciamos una nueva vida y tenemos cuatro hijos. De ahí viene toda la pasión y la vocación por la que estamos haciendo esto. Son chiquititos, tienen 9, 7, 4 y casi 2 años el menor. Por eso duele mucho cuando ves las noticias y ves que el mundo sigue igual”, añade.

Con el eslogan de “Más vidas, menos armas en Estados Unidos”, la ONG alerta que el sistema no ha sido efectivo en instaurar políticas inmediatas contra el control de armas.

“Yo aquí yo vivo en Florida desde hace unos cinco meses y claro, si tú cambias de estado, cambian las leyes. En New Jersey la tenencia legal de armas no es tan abierta como aquí, entonces llama la atención”, sostiene.

-¿Qué te motivó a impulsar esta iniciativa?

“Uno ve que hay tiroteos en la tele, en las noticias, y que murieron tantos niños como hace poco el de Nashville, donde murieron tres niños. Estamos hablando de pequeñitos que van de kinder o prekinder a quinto básico, es una cosa tremenda”, dice.

“Y mi marido también que va a trabajar a la empresa en donde trabaja y él ve que todos andan con armas como si nada. Andan con el arma en la mano, la dejan encima hasta que tu dices ‘chuta, a ver. Estaré bien yo o tengo que comprarme también un arma porque me siento en desventaja’. Claro, puedes pasar mala onda con una persona y te manda un balazo”, prosigue.

Scarlet sostiene que si en Chile murieran tantos niños en un colegio, “se paralizaría todo porque sabemos como es en Chile, la gente se mueve pero acá no”.

“Como que de cierta forma se volvió parte de la cultura estadounidense el tener este tipo de noticias y no sólo de tiroteos en escuelas sino que estamos hablando en general”, explica.

La chilena cuenta que el lema de la ONG es “Nuestras vidas valen más que el porte legal de armas”, detallando que son un movimiento social que representa a madres, padres, familias y a todos quienes estén presentes en los Estados Unidos.

“Somos personas que no estamos dispuestas y dispuestos a perder ninguna vida más otra vez a través de un tiroteo dentro de la escuela. Esto se escapó de las manos, el gobierno estadounidense no tiene políticas inmediatas que ayuden a poner fin de inmediato a que sigan entrando personas con armas de fuego en establecimientos simplemente por querer matar”, asevera.

Por el contrario, asegura, se están aprobando nuevas leyes para quitar restricciones en cuanto al porte legal de armas en algunos estados como el de Florida, “en donde el gobernador Ron DeSantis entregó su firma para la nueva ley de tenencia de armas”.

“Esta ley permite que todos tengan legalmente un arma de fuego y portarla sin licencia. Ya no es necesario ni revisión de antecedentes para portar armas. La ley entra en vigor el 1 de junio, él (DiSantis) la aprobó. Estamos hablando que hace nada hubo muertes de tres niños”, menciona.

-¿Qué buscan en el corto y mediano plazo?

Nosotros buscamos instaurar acciones inmediatas que si bien puede sonar un poco a soluciones parches, es lo único que nos queda para dar el primer paso y terminar con esta pandemia de armas en el país.

Los números son escandalosos, el límite como movimiento que representamos lo deseamos poner nosotros como padres y madres de familias, sin nombrar a aquellos que ya perdieron a su hijo. Es un hecho irreversible, doloroso y grave que además trae culpa. Acá hay entidades que se preocupan de apoyar a papás y mamás que perdieron a un hijo o hija.

Nosotros no vamos a cambiar leyes obviamente pero sí vamos a generar acciones inmediatas para que en cierta forma sea un obstáculo a que perdamos más niños. No hay que ser experto para interpretar lo que está pasando, los hechos están a diario, tenemos más tiroteos que días del año según el Gun Violence Archive (GVA).

-¿Qué medidas concretas proponen?

Como movimiento llamamos a realizar diferentes acciones mientras se regula el problema de base del porte de armas. La primera es de dotar de chalecos antibalas para los alumnos.

Siempre va a haber una opción de que entre un tirador, es decir, no es algo tan loco de pensar. Hay un riesgo, sabemos que puede generar un tema psicológico porque es fuerte, sin dejar de mencionar que la gran mayoría de los establecimientos en este país, incluyendo al que van mis hijos, tienen un ejercicio de ensayo una vez por mes en caso de que entre un tirador.

Es como la Operación Deyse en Chile para los terremotos pero claro, en Chile hablamos de un fenómeno natural y aquí estamos hablando de un hecho horrible, de un ser humano que quiere matar niños.

Lo más desgarrador es ver cómo siguen muriendo niños y niñas. Queremos que todas y todos se unan a la causa, estamos más que seguros que tendríamos menos muertes.

El chaleco antibalas tiene que estar porque si entra un tirador, aparte de taparse ya tienen todo el ejercicio de ensayo grabado, suenan sirenas, tapan las ventanas y los niños se ponen debajo de los asientos y se tapan la cabeza. Si hay chalecos antibalas, perfecto, los tiran, te salva la vida.

-¿Y qué otras medidas tienen en mente?

También queremos hacer otras acciones, como por ejemplo, que cada escuela de Estados Unidos tenga un detector de metales. Vamos a ejecutar diferentes acciones como el de estar contactados, lo que también hemos estado haciendo en paralelo con los principales departamentos escolares.

Estamos partiendo por casa, por Florida, porque queremos partir desde el mismo corazón de las comunidades estudiantiles para despertar y mover a la sociedad estadounidense. Vemos que la justicia, por muy fuerte que suene, debemos tomarla con nuestras propias manos cuando el sistema no lo está haciendo.

Estamos haciendo un llamado a que se unan, a que nos compartan, que nos ayuden a que este mensaje llegue a cada rincón del país y si es que puede servir para otro país como Chile que está también entrando en un descontrol con el porte legal de armas desde hace mucho tiempo. Es un flagelo, estamos acá para amplificar lo más lo más posible el llamado.

-¿Se ha hecho muy complejo?

Estamos buscando todas las instancias y público objetivo que nos pueda servir. Nos ha costado llegar con las comunidades escolares porque es como bien burocrático, no es como llegar en cualquier colegio en Chile y digas que quieres hablar con el centro de padres, no.

Aquí tienes que hablar, más encima, como a nivel de municipalidad, con la encargada de asuntos estudiantiles de todo Providencia por darte un ejemplo. Entonces es mucho más difícil, nos cuesta hacer el llamado y por eso estamos difundiendo.

Queremos ser un movimiento social porque creemos que es la única herramienta para ser un obstáculo. No vamos a evitar que entre un tirador a las escuelas, no vamos a evitar que un tipo pitiado, discúlpame la forma de decirlo, compre un arma, pero sí podemos evitar con un chaleco antibalas, que es una primera acción de muchas, que un niño o niña muera. Y por consiguiente, podemos evitar el dolor eterno que va a tener un padre o una madre.

Esto simplemente es una vocación que tenemos que nos mueve el corazón y alma. Es el primer llamado de muchos que realizaremos como movimiento social.

Junto con abogar por la implementación de medidas efectivas de control de armas, Lives or Guns esgrime que se debe aplicar, en paralelo, medidas de seguridad, tales como simulacros de tiradores activos, recursos de salud mental y sistemas de control de acceso de cada escuela.

Gun Violence Archive (GVA) indica que en lo que va del 2023, se han reportado más de 130 tiroteos en Estados Unidos, mientras que en los últimos tres años han habido más de 600 tiroteos masivos, casi dos al día como promedio.

Por su parte, un reporte de Everytown for Gun Safety titulado “Cómo detener los tiroteos y la violencia armada en las escuelas” señala que en los últimos veinte años “estudiantes, educadores y padres han vivido con la realidad de tiroteos escolares cada vez más frecuentes”.

“El peor período de violencia de este tipo ha sido en el año lectivo 2021-2022, que casi ha cuadruplicado el número promedio de incidentes de disparos desde 2013. Desde una media de 49 incidentes en cada año escolar desde 2013, en el año escolar 2022, hubo 193 incidentes de tiroteos en el terreno de preescolares y K-12”, detalla el informe.