Estados Unidos anunció este martes la revocación de la designación de organización terrorista a las ya extintas Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC), una noticia que fue anticipada la semana pasada con motivo del quinto aniversario de la firma del acuerdo de paz, mientras que agregó a su lista negra a los líderes de las disidencias de la disuelta guerrilla.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció este martes la retirada de las extintas FARC de su lista negra de grupos terroristas, de la que formaba parte desde 1997, al asegurar que “ya no existe como organización unificada”.

“Tras el Acuerdo de Paz con el gobierno de Colombia, las FARC se disolvieron y desarmaron formalmente. Ya no existen como una organización unificada que esté involucrada en terrorismo, en actividades terroristas, o tenga la capacidad o intención de hacerlo”, indicó el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.

La decisión se produce poco después del quinto aniversario de la firma del acuerdo de paz entre el extinto grupo guerrillero y el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018).

El departamento de Estado aclaró, no obstante, que la decisión no elimina cargos en EE. UU. por narcotráfico y otros crímenes que existan o puedan surgir en el futuro contra exmiembros de las FARC.

Blinken remarcó que con esta decisión se busca reforzar la capacidad de Washington de “apoyar mejor la implementación de los acuerdos de 2016, incluido en el trabajo con combatientes desmovilizados”.

Asimismo, el comunicado señaló que ha incluido en la lista de organizaciones terrorista a dos grupos asociados: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo (FARC-EP) y al grupo Segunda Marquetalia.

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Y a los líderes de esos grupos: Luciano Marín Arango, Hernán Dario Velásquez Saldarriaga, Henry Castellanos Garzón, Néstor Gregorio Vera Fernández, Miguel Santanilla Botache, y Euclides España Caicedo.

Las FARC fueron incluidas en esa lista estadounidense de organizaciones terroristas en 1997.

Como resultado, sus integrantes tuvieron prohibida la entrada a Estados Unidos, y vieron restringido su acceso al sistema financiero internacional, basado en el dólar, entre otras acciones punitivas.