El ultraderechista Steve Bannon, aliado del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, se declaró este miércoles no culpable de dos cargos de desacato al Congreso, según un documento de su defensa.

Bannon, de 67 años, ha sido acusado de dos cargos penales de desacato al Congreso por negarse a testificar y no entregar unos documentos al comité legislativo que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero.

De acuerdo con el documento de la defensa, hecho público este miércoles, Bannon renunció a su derecho a una lectura pública de los cargos.

“Renuncio libre y voluntariamente a mi derecho a una lectura de cargos sobre la acusación y a mi derecho a que me sean leídos en una audiencia pública”, apuntó Bannon
, según la notificación presentada por su defensa ante la corte federal del Distrito de Columbia.

La defensa dio a conocer esta decisión un día antes de la vista prevista para este jueves, que supondría la primera comparecencia de Bannon ante el juez federal de distrito Carl Nichols.

Ese magistrado, que fue nombrado por Trump, debe decidir si acepta la solicitud de la defensa y, de ser así, durante la vista del jueves se debatirá la duración del caso y otros asuntos procesales.

Cada uno de los cargos que se le imputan a Bannon acarrea una pena de entre 30 días y un año de prisión, así como una multa de entre 100 y 100.000 dólares.

El pasado lunes, el exaliado de Trump se entregó en la oficina del FBI en Washington y horas después una jueza ordenó su liberación, aunque le retiró el pasaporte para evitar que se fugue del país.

La imputación formal de Bannon se produjo el pasado viernes después de que el 21 de octubre la Cámara de Representantes de EE.UU.
declarara en desacato al ultraderechista por negarse a colaborar con el comité que investiga el ataque al Capitolio.

El comité quería que Bannon testificara porque cree que tenía algún conocimiento previo sobre lo que iba a ocurrir ese 6 de enero, cuando el Congreso tenía previsto certificar la victoria electoral del presidente Joe Biden y Trump había convocado una protesta cerca de la Casa Blanca.

La declaración del Congreso pasó al Departamento de Justicia que debía decidir si seguir adelante con el proceso.

El caso penal contra Bannon podría tardar años en resolverse ante la Justicia.