Estados Unidos anunció el viernes que ofrece hasta 10 millones de dólares por información que permita el arresto de Álvaro Pulido Vargas, socio de Alex Saab.

Se trata de un empresario extraditado a Miami por blanqueo de dinero y cercano al presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Esta decisión complementa la acusación contra Pulido anunciada por la fiscalía estadounidense por “lavado de dinero en relación con un esquema de soborno extranjero”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado.

El jueves, un gran jurado federal en el Distrito Sur de Florida (EEUU) acusó a tres colombianos, entre ellos Pulido Vargas.

Se suman dos venezolanos por su presunta participación en un plan de lavado de miles de millones de dólares.

Lo anterior, relacionado al programa del Gobierno de Venezuela Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP).

De acuerdo con un comunicado de la Fiscalía, los cinco estuvieron involucrados en un plan para lavar dinero procedente de contratos obtenidos mediante sobornos.

Esto, en conexión con el mencionado programa para proporcionar alimentos y medicamentos a Venezuela.

Pulido está, por otro lado, incluido en otro caso judicial por lavado de dinero por el que fue extraditado a EEUU desde Cabo Verde.

Socio de Alex Saab

El presunto testaferro de Maduro fue extraditado después de un largo periplo judicial en Cabo Verde que se remontaba al 12 de junio de 2020.

Lo anterior, cuando fue detenido mientras su avión hacía escala para repostar en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral de la isla caboverdiana de Sal.

Saab, de 49 años y nacido en la ciudad colombiana de Barranquilla pero de origen libanés, está acusado en EE.UU. de siete cargos de lavado y uno más de conspiración para blanquear desde 2019.

La acusación señala que entre noviembre de 2011 y por lo menos hasta septiembre de 2015, Saab y Pulido Vargas conspiraron con otros para lavar las ganancias.

Esto, de una red de corrupción sustentada en sobornos dirigidos a obtener contratos para realizar proyectos públicos y fraudes.

Como resultado del plan, se transfirió desde Venezuela a través de EEUU, aproximadamente 350 millones de dólares a cuentas que poseían o controlaban en otros países.