Mientras EEUU conmemora el 20º aniversario de los ataques, esta semana comienzan las audiencias preliminares de los cinco presuntos autores de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Guantánamo, tras un paréntesis de año y medio debido a la pandemia.

Los cinco hombres, que llevan 15 años en la prisión de la base naval estadounidense de Guantánamo, no comparecieron ante la justicia. Esto, antes de que la pandemia de covid-19 paralizara los procedimientos.

Khalid Sheikh Mohammed, Ammar al-Baluchi, Walid bin Attash, Ramzi bin al-Shibh y Mustafa al Hawsawi, acusados de “asesinato” y “actos terroristas”, comparecerán en una sala de alta seguridad rodeada de alambradas. Se enfrentan a la pena de muerte.

Se espera que su juicio, que se celebra bajo un sistema de tribunal militar excepcional, se reanude como se dejó, con la defensa citando actos de tortura cuando los acusados estaban en manos de la CIA, para invalidar la mayoría de las pruebas presentadas por las autoridades estadounidenses.

El proceso está a cargo de un nuevo magistrado militar, el coronel Matthew McCall, el octavo en asumir el cargo.

El funcionario dejó claro que no se precipitaría y decidió que la audiencia de este martes será dedicada a sus propias calificaciones. Tiene previsto pasar el resto de la semana principalmente en reuniones con la fiscalía y la defensa.

Un juicio con un resultado lejano e incierto

Podrían pasar meses antes de que el juicio entre en su fase decisiva.

Esto, debido a los numerosos recursos presentados por los abogados de la defensa para obtener documentos confidenciales.

El gobierno se ha negado a entregarlos hasta ahora, ya se trate del programa de torturas o de las condiciones de detención en Guantánamo.

La defensa argumenta que los cinco acusados todavía llevan las cicatrices de las torturas infligidas por la CIA durante su detención en las prisiones secretas de la agencia de inteligencia entre 2002 y 2006.

Por no hablar, según sus abogados, del efecto de 15 años de encarcelamiento en condiciones de gran aislamiento.

También quiere escuchar a decenas de testigos adicionales, además de los 12 que ya comparecieron ante el tribunal militar, incluidos dos hombres que supervisaron el programa de interrogatorios de la CIA.

Tortura en Guantánamo

Para Alka Pradhan, la abogada de uno de los acusados, “no hay ninguna posibilidad de que haya un juicio justo. No sólo porque la tortura a la que fueron sometidos fue aborrecible e ilegal, sino también porque en Guantánamo es donde se lleva a cabo el programa de tortura”.

“Cuando Estados Unidos quiere hacer justicia, lleva a los sospechosos a los tribunales normales y los juzga con las mismas reglas que a los demás. En eso consiste nuestro sistema judicial”, dijo.

“Cuando quiere ocultar cosas, lleva a la gente a Guantánamo y crea todo un tribunal nuevo y eso es exactamente lo que pasó con estos hombres”, agregó.

Continuó diciendo que: “No sólo están rotos física y mentalmente, sino que todo el proceso es corrupto”.

“El gobierno está trabajando a través de normas que le permiten retener información y elegir lo que quiere revelarnos y lo que no, cuando estamos hablando de sentencias de muerte. Así que de ninguna manera podemos hablar de un juicio justo”, recalcó.

Alka Pradhan culpa de los largos retrasos al gobierno estadounidense, recordando que tardó seis años en admitir que el FBI había participado en el programa de torturas de la CIA.