Dos personas murieron y al menos 20 resultaron heridas el domingo cuando tres tiradores dispararon “indiscriminadamente” contra una multitud delante de una sala de concierto en el área de Miami, el más reciente tiroteo en un año en el que aumentaron las ventas de armas en Estados Unidos.

El tiroteo ocurrió durante la madrugada en un centro comercial de Miami Gardens, donde vive una importante comunidad cubana de familias de clase trabajadora.

Angelica Green dijo a periodistas en el lugar de los hechos que su hijo y su sobrino, ambos de 24 años, estaban entre los heridos. Los dos están en el hospital, aunque el sobrino, que recibió cuatro disparos, se encuentra en estado más grave.

El hijo de Green pudo comunicarse con ella justo después del tiroteo. Estaba “frenético”. “Dicen que unos tipos salieron con capuchas y pasamontañas y simplemente empezaron a disparar contra la multitud”, dijo esta mujer, para quien el incidente fue “muy aterrador”.

El local celebraba un evento y varios organizadores se encontraban en el exterior del recinto cuando un vehículo todoterreno se acercó al lugar, indicó la policía en un comunicado, añadiendo que “tres individuos salieron del vehículo y comenzaron a disparar indiscriminadamente contra la multitud”.

Los tres agresores huyeron en el vehículo, en tanto que las autoridades ignoran las motivaciones detrás del ataque. En la calle, las autoridades colocaron una docena de pequeños conos amarillos que marcan el lugar donde se encontraron casquillos de bala o evidencia.

Además de los dos muertos, al menos 20 personas fueron hospitalizadas, una de ellas en estado crítico, dijo la policía.