En el proceso contra un policía en Estados Unidos, el jefe de policía de Minneapolis testificó contra el agente Derek Chauvin, asegurando que su acción de retener del cuello a George Floyd vulneró la política de la institución.

El jefe de policía de esa ciudad de Minnesota, Medaria Arradondo, dijo: “esa forma de restricción no es parte de nuestra política, ni de nuestro entrenamiento, y ciertamente no es parte de nuestra ética o valores”.

Arrodillarse sobre el cuello del ciudadano “podría ser razonable en los primeros segundos para controlarlo, pero no una vez que dejó de resistir”, dijo Arradondo.

En junio, Arradondo ya había presentado una acusación virulenta contra Chauvin y sus colegas. “La trágica muerte de George Floyd no se debió a un problema de entrenamiento. Los oficiales sabían lo que estaba pasando, uno de ellos lo causó intencionalmente, los otros fallaron en la prevención, fue un asesinato”, escribió.

El lunes, estuvo más moderado, al tiempo que enfatizó en la importancia de que los aproximadamente 700 oficiales de servicio en Minneapolis traten “con compasión y dignidad” a aquellos con quienes interactúan, incluidos los sospechosos.

Proceso extraordinario

Arradondo fue convocado por la fiscalía después de una primera semana de testimonios, en su mayoría conmovedores.

En su declaración puso gran énfasis en la “energía, tiempo y recursos” dedicados a la formación policial.

Además, en muy raras ocasiones se les procesa y con menos frecuencia se les declara culpables.

El 25 de mayo, en Minneapolis, los cuatro policías que querían arrestar a Floyd, sospechoso de haber intentado pagar con un billete falso de 20 dólares, lo esposaron y lo inmovilizaron contra el suelo.

Chauvin luego se arrodilló sobre su cuello durante casi nueve minutos.

Este hombre blanco de 45 años, liberado bajo fianza, ha sido juzgado durante una semana por asesinato. El juicio de sus tres excolegas, acusados de complicidad en la muerte, está previsto para agosto.

Chauvin se declaró inocente y aseguró haber seguido un procedimiento acorde con su formación para controlar a un sospechoso recalcitrante. Agregó que no causó la muerte de Floyd, quien según él, murió por una sobredosis.

Dos exsuperiores, uno de los cuales consideró “absolutamente innecesaria” o “injustificada”, la fuerza “mortal” utilizada para controlar a Floyd.

El testimonio de Arradondo le asesta un nuevo golpe.

Asfixia

El otro argumento se apoya en la presencia de fentanilo, un poderoso opioide, y metanfetamina, descubierta durante la autopsia de Floyd.

Como anticipo del debate entre peritos, la Fiscalía llamó al médico de urgencias que lo declaró muerto.

Bradford Langenfeld estimó que, sobre la base de las pruebas de que disponía, había pensado que la falta de oxígeno o la asfixia era “la causa más probable de muerte”.

El abogado de Chauvin, Eric Nelson, le preguntó si el consumo de drogas podía provocar la falta de oxígeno. “Sí”, respondió el médico.

Nelson luego pasó a las preguntas técnicas sobre los efectos del fentanilo, que dificulta la respiración.

El juicio se extenderá por dos o tres semanas más.

Los miembros del jurado emitirán su veredicto a finales de abril o principios de mayo. Si no es unánime, el juicio será declarado nulo y sin efecto y el trámite deberá comenzar desde el principio.