Antes de comenzar la patrulla, Richard Lee da las últimas instrucciones. “Si alguien busca cometer un delito aquí, va a ver a una persona o a un grupo con estos chalecos amarillos en la calle. Esto le hará pensar antes de actuar aquí”, explica este oficial retirado de la policía de Nueva York, rodeado por una treintena de voluntarios que llevan chalecos amarillos fluorescentes.

Richard Lee forma parte de un grupo de voluntarios que han decidido garantizar la seguridad en Flushing. Junto con Chinatown, este barrio alberga la mayor comunidad asiática de Nueva York, y en los últimos meses han aumentado los ataques y agresiones.

“Creo que todo el mundo siente lo mismo: miedo y preocupación por nuestros amigos y familiares”, dice Wan Chen, que inició la patrulla. Es realmente doloroso ver a otra persona asiática agredida, asesinada: es hora de que hablemos y hagamos lo que podamos para ayudar”.

En la calle, los voluntarios distribuyen folletos contra la violencia y explican a los habitantes cómo presentar una denuncia en caso de agresión. A veces también acompañan a personas mayores, por ejemplo, si tienen miedo.

El grupo de Wan Chen y Richard Lee espera reducir la violencia: en Nueva York, los ataques contra los asiáticos se han multiplicado por nueve desde el comienzo de la pandemia.