El director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, afirmó que la decisión de expulsar al presidente estadounidense de su plataforma fue una necesidad, pero que plantea un problema para la conversación global y sobre el poder de las empresas que moderan lo que se puede decir en línea.

“No celebro ni me enorgullezco de tener que bloquear a @realDonaldTrump de Twitter, ni cómo llegamos aquí. Después de una clara advertencia de que tomaríamos esta acción, tomamos una decisión con la mejor información que teníamos basada en las amenazas a la seguridad física tanto dentro como fuera de Twitter. ¿Fue esto correcto?”, se pregunta el fundador de Twitter, Jack Dorsey desde su plataforma.

“Tener que prohibir una cuenta tiene ramificaciones reales y significativas”, dijo Dorsey en una serie de tuits. “Si bien hay excepciones claras y obvias, creo que una prohibición es un fracaso nuestro en última instancia a la hora de promover una conversación saludable”, estimó.

Dorsey justificó el bloqueo de la cuenta del presidente de los Estados Unidos, pero reconoció que su decisión es problemática. “El hecho de tener que tomar estas acciones fragmenta la conversación pública. Nos dividen. Limitan el potencial de clarificación, redención y aprendizaje. Y sienta un precedente que considero peligroso: el poder que un individuo o una corporación tiene sobre una parte de la conversación pública global”.

“Necesitamos más transparencia en nuestras operaciones de moderación”

Dorsey se suma a la discusión que su propia empresa y otros gigantes de internet han protagonizado en los últimos días. Entre otros argumentos, examina el de “si la gente no está de acuerdo con nuestras reglas y la aplicación, pueden simplemente ir a otro servicio de Internet”. Y aquí reconoce que acudir a otros servicios no resulta tan fácil.

“Este concepto fue cuestionado la semana pasada cuando varios proveedores de herramientas de Internet fundamentales también decidieron no alojar lo que encontraban peligroso. No creo que esto haya sido coordinado. Lo más probable es que las empresas llegaran a sus propias conclusiones o se envalentonaran por las acciones de otros”.

En efecto, quienes abandonaron Twitter por la plataforma Parler, que promete una libertad de expresión mayor, se encontraron con que Google y Apple habían quitado esta aplicación de su plataforma y, sobre todo, que Amazon le había quitado los servidores, haciendo imposible su utilización.

“Necesitamos más transparencia en nuestras operaciones de moderación”, admite Dorsey, y asegura que está trabajando en un herramienta llamada Bluesky, que permitiría de manera descentralizada la moderación en las redes sociales. Pero “llevará tiempo” ponerla en pie, advierte.