La mujer de California que resultó ser el primer caso de coronavirus sin origen conocido en Estados Unidos no fue sometida a las pruebas para detectar la enfermedad por cinco días porque no había estado en las regiones azotadas por el brote.

La respuesta a este caso, que podría ser el primero de transmisión en la comunidad, abre la interrogante sobre si otros enfermos fueron pasados por alto en el país y se produce en medio de una denuncia sobre trabajadores sanitarios federales interactuando con pacientes en cuarentena en dos bases aéreas californianas sin el equipo o la formación adecuados.

Una de las bases, la Travis de la Fuerza Aérea, está en el condado de Solano, de donde es la mujer infectada.

En una audiencia este jueves, el congresista por California, Ami Bera, dijo que la paciente fue admitida en el centro médico de la Universidad de California en Davis el 19 de febrero y rápidamente se le colocó un respirador. Ese día, los médicos pidieron a las autoridades federales que analizaran una muestra para descartar el coronavirus.

Pero no fue sino hasta el 23 de febrero, después que su condición empeoró y hubo “una gran insistencia, que finalmente la paciente fue examinada”, añadió Bera, que antes trabajó como médico en ese hospital e indicó que se enteró de los detalles del caso a través de sus excolegas.

El resultado positivo tardó otros tres días en volver y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) lo declararon el miércoles como posible primer caso comunitario
, en el que se desconoce la fuente de la infección y es además una señal de que el patógeno ya no está contenido.

Si se confirma, representará un mayor desafío en el combate al virus en el país.

“Estamos listos para todo”, señaló Sonia Angell, directora de Salud Pública del departamento de Salud, en una rueda de prensa más temprano en la que indicó que “se está contactando cualquier individuo con el que pudiera tener contacto (la paciente) y expuesto, y están siendo aislados”.

California igualmente informó que más de 8.400 personas estaban bajo supervisión para descartar contagio.

Amenazas de despido

Bera cuestionó al director de los CDC, Robert Redfield, quien ordenó actualizar las pautas para el protocolo de pruebas como resultado de este caso.

“La recomendación debe ser que cuando un médico o personal de salud sospeche de la presencia de coronavirus, entonces debemos ser capaces de hacer una prueba de coronavirus... esa es la directriz actualizada que salió hoy”, dijo Redfield.

El funcionario testificó que lo que hizo que el coronavirus fuera particularmente difícil de reconocer es que las personas infectadas pueden no mostrar síntomas y propagarlo. O bien, pueden tener sólo síntomas leves como una garganta irritada o tos seca.

Brian Garibaldi, un experto en salud pública del Hospital Johns Hopkins en Maryland, dijo que esperaba que el número de casos en Estados Unidos aumente como resultado de estas nuevas directrices.

En medio de estas audiencias, el The Washington Post y The New York Times citan el informe de una denunciante anónima del Departamento de Salud (HHS), que alerta que otros funcionarios interactuaron con estadounidenses repatriados a las dos bases sin equipo de protección o entrenamiento.

Dijo haber sido reasignada después de expresar su preocupación y amenazada con ser despedida.

El reporte señaló que menos de 30 empleados federales fueron expuestos entre finales de enero y principios de febrero.

“No estamos exagerando”

El gobernador de California Gavin Newsom aseguró, avalado por su equipo de salud, que el riesgo en el estado aún era bajo.

“No estamos exagerando, pero tampoco estamos subestimando la comprensible ansiedad”, indicó.

Señaló que trabajan con el gobierno federal para obtener más kits de pruebas, pues el inventario actual es de apenas 200.

Redfield señaló luego en el Congreso que más kits estaban en camino.

En total hay 61 casos en Estados Unidos, incluyendo 46 personas que fueron repatriadas del extranjero. Más de 80.000 personas han sido infectadas en todo el mundo y 2.800 han muerto, la mayoría en China, donde el virus se originó a finales del año pasado.