El presidente norteamericanoDonald Trump anunció este domingo que el escurridizo líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, murió “como un perro” en una audaz operación nocturna de las fuerzas especiales de Estados Unidos en el noroeste de Siria.

En un discurso desde la Casa Blanca, Trump detalló que las fuerzas estadounidenses mataron a un “gran número” de militantes del EI y acorralaron a Bagdadi en un túnel, donde éste detonó un chaleco suicida.

“Él detonó el chaleco y se suicidó”
, dijo Trump.

“Murió después de encontrarse en un túnel sin salida, gimiendo y llorando y gritando todo el tiempo”, agregó el mandatario, que detalló que tres de los hijos de Bagdadi murieron en la explosión.

El tiroteo fue intenso y hubo “muchas explosiones” dijo Trump que indicó que ninguno de sus comandos fue herido. La única víctima estadounidense fue un perro militar en el túnel.

La operación implicó el despliegue de ocho helicópteros que volaron durante una hora desde una base no revelada y contó con apoyo de Rusia, Siria, Turquía e Irak, dijo Trump.

También agradeció a los kurdos sirios “por un cierto apoyo” que brindaron.

“100% seguro”

El secretario de Defensa, Mark Esper, dijo en un comunicado que este es “un gran día para Estados Unidos y un gran día para el mundo”.

Según declaró a CNN, el equipo que ejecutó la misión tiene la confirmación visual y el ADN de la identidad de su objetivo.

El asesor de seguridad nacional de Trump, Robert O’Brien, detalló el mensaje que recibieron el presidente y sus asesores mientras supervisaban la redada desde la Sala de Crisis de la Casa Blanca.

“El comandante de la misión llamó y dijo ‘100 por ciento seguro’ que Bagdadi estaba muerto”, declaró O’Brien en NBC.

En su apogeo, el EI controlaba franjas de Irak y Siria en un estado autodeclarado -califato- caracterizado por la brutal imposición de una versión puritana del Islam.

La organización yihadista planeó o inspiró ataques terroristas en todo Europa, mientras utilizaba las redes sociales para atraer a voluntarios extranjeros.

Fue una guerra de años, en los que el grupo yihadista se hizo conocido por sus ejecuciones en masa y espeluznantes asesinatos de rehenes, antes de que la última porción de territorio del califato en Siria fuera tomada en marzo.