El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió el martes que no reabrirá el gobierno hasta que obtenga 5.000 millones de dólares para financiar el muro fronterizo al que aspira para cortar la inmigración ilegal, al cumplirse el cuarto día del cierre parcial del gobierno federal.

“No puedo decirles cuándo se abrirá el gobierno”, dijo el presidente republicano a los reporteros en la Casa Blanca después de su teleconferencia anual de Navidad con las tropas estadounidenses.

“Puedo decir que no estará abierto hasta que tengamos un muro, una cerca, como quieran llamarlo”, subrayó.

La demanda de Trump de una muralla física en la frontera entre Estados Unidos y México, un pilar de su plataforma electoral, ha sido rechazada por los demócratas y algunos republicanos en el Congreso, llevando al presidente a rechazar un acuerdo presupuestario, llevando a una parálisis parcial del gobierno federal por falta de fondos.

Trump reafirmó lo que dijo el lunes en Twitter, acerca de que había aprobado un contrato para la construcción de un muro de unos 185 kilómetros de extensión en Texas, aunque la Casa Blanca no ha ofrecido ningún detalle sobre el proyecto.

El mandatario sostuvo que visitará ese tramo de la frontera “a fines de enero para el inicio de la construcción”.

“Se va a construir, con suerte rápidamente”, dijo.

El jefe de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo el fin de semana que Trump “debe, liza y llanamente, abandonar el muro” para que el gobierno federal vuelva a funcionar con normalidad.

Andrew Caballero-Reynolds | Agencia France-Presse
Andrew Caballero-Reynolds | Agencia France-Presse

Recordemos que desde la medianoche del viernes el gobierno estadounidense está en parálisis presupuestaria tras la falta de un acuerdo entre el Congreso y la Casa Blanca, lo que afecta a cientos de miles de funcionarios y tiene cerrados algunos servicios federales.

Los demócratas se niegan a votar el proyecto y proponen en cambio asignar 1.300 millones de dólares para mejorar el sistema de vigilancia fronteriza.

Las negociaciones sobre el presupuesto federal, suspendidas el sábado, deben reanudarse el jueves ya que los legisladores están de vuelta en sus distritos por Navidad.

Sin embargo, es muy probable que la parálisis se extienda más tiempo y que el problema pase al nuevo Congreso que asumirá el 3 de enero, cuando los demócratas retomarán el control de la Cámara de Representantes tras su victoria electoral en noviembre.

Los republicanos, en tanto, conservarán la mayoría en el Senado, lo que augura negociaciones difíciles.

El “cierre” afecta a importantes dependencias, como la Policía Federal (FBI), los departamentos de Seguridad Interior -que gestiona la seguridad fronteriza-, de Transporte y del Tesoro. También se ven afectados los parques nacionales, muy visitados durante las vacaciones, como el Gran Cañón.

La Estatua de la Libertad permanece abierta al público gracias a la financiación de sus operaciones por parte del Estado de Nueva York.

Este es el tercer bloqueo presupuestario del año, luego de los ocurridos en enero (durante tres días) y febrero (unas pocas horas), también debido a una pugna por el tema migratorio. El cierre anterior, en octubre de 2013, duró 16 días, lejos del récord de 21 días de 1995-96.

Sin embargo, con respecto a cierres anteriores, la urgencia es menos palpable, ya que en este caso solo afecta a un 25% de la administración, con un 75% del presupuesto ya aprobado.