Las autoridades estadounidenses reconocieron este martes que un niño guatemalteco de 8 años ha muerto bajo su custodia cerca de la frontera con México.

Se trata del segundo caso en este mes de diciembre de un menor migrante que muere tras ser detenido. Jakelin Amei Rosmery Caal Maquín, también proveniente de Guatemala, falleció a principios de diciembre mientras estaba detenida por la policía fronteriza de Estados Unidos. Tenía solo 7 años.

“La causa oficial de la muerte del niño no se sabe aún”, dijo la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

El niño fue tratado el lunes en un hospital y posteriormente dado de alta, pero rápidamente empeoró su salud, por lo cual tuvo que ser enviado de vuelta con los médicos. El menor falleció poco después de medianoche, ya 25 de diciembre.