Un duro revés recibió la política migratoria del gobierno de Donald Trump, luego que un juez federal de California, Edward Chen, suspendiera la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS, según sus siglas en inglés) a migrantes de algunos países.

El gobierno de Trump determinó entre finales de 2017 y los primeros meses de 2018 quitar del TPS a migrantes provenientes de Haití, El Salvador, Nicaragua y Sudán, aunque había extendido el beneficio a personas de Somalia en julio de este año.

De esta forma, en torno a 300 mil personas arriesgaban ser expulsadas de Estados Unidos, por lo que organismos por los derechos de los inmigrantes presentaron una serie de recursos judiciales a su favor y el juez Edward Chen acogió la petición y bloqueó temporalmente la decisión de la Casa Blanca.

“Hay evidencia circunstancial de que la raza fue un elemento motivador (para terminar el TPS)”, explicó Chen en su decisión, basándose en los reportes de prensa que señalaban que Trump calificó como “países de mierda” a Haití y El Salvador, según Univisión.

El dictamen también señala que los abogados del gobierno federal no pudieron determinar que las personas de estos países representaran un peligro para la seguridad nacional, como había argumentado para retirarlos del TPS.

El TPS es un programa que beneficia a migrantes de países con los siguientes problemas: un conflicto armado en curso, un desastre natural (terremoto o huracán) o una epidemia. Fue fundado en 1990 y es el secretario de Estado el encargado de determinar los beneficiarios.