Después recibir una avalancha de críticas, un obispo de la Iglesia católica reconsideró sus planes de retirarse en una casa de 2,3 millones de dólares (1500 millones de pesos) en Silicon Valley y optó por una residencia parroquial.

El obispo Patrick McGrath confesó en un comunicado el lunes que tuvo un “error de juicio” cuando la diócesis de San José compró la casa de cinco dormitorios para su retiro.

“No consideré adecuadamente la crisis de la vivienda en este valle y las luchas de tantas familias y comunidades a la luz de esta crisis”, dijo. “He escuchado muchas opiniones sobre este tema y he decidido que no me mudaré en esa casa”.

McGrath dijo que la diócesis planificó vender la residencia de 300 m2 tan pronto fuera posible y que el lucro será destinado a un fondo de caridad.

Wikipedia Commons
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“Asumo total responsabilidad por esta decisión y creo que la venta de esa casa es la acción apropiada”, dijo. “Cuando me retire, tengo la intención de vivir en la casa parroquial de alguna de nuestras parroquias”.

Estas millonarias inversiones inmobiliarias contradicen la misión de la Iglesia de ayudar a los pobres, dijeron críticos.

La decisión inicial discordaba del deseo del papa Francisco de una iglesia menos ostentosa.

Tras su elección en 2013 como papa, el argentino decidió evitar los grandes apartamentos papales oficiales para vivir en una modesta residencia.