Fue el 27 de julio pasado, cuando la chispa accidental de un vehículo, desató en Mendocino, el que ya es considerado como el peor incendio en la historia de California.
Desde entonces, 115 mil hectáreas de bosque han sido consumidas por las llamas de forma gradual, siendo los más afectados, los residentes de Mendocino, Carr, Lake y Colusa.
15 personas han perdido la vida en los incendios, entre ellos, la esposa y dos nietos de Ed Bledsoe, quien relató a CNN como las llamas atraparon a sus familiares en Carr, donde se contabilizan un total de 7 fallecidos.
Agencias noticiosas en el lugar de la tragedia, informan que al menos 1.500 viviendas han sido devoradas por las llamas. 143 edificios también han sido destruidos por el avance del fuego y 38 mil personas han tenido que ser evacuadas.
Los dos gigantescos focos de incendio no podrán ser apagados hasta la semana entrante. Los fuertes vientos y temperaturas de hasta 42 grados centígrados, le están jugando en contra a quienes luchan contra las llamas. Los torbellinos de fuego lo dicen todo.
Turn the sound on. This is terrifying. #CarrFire #Redding
(Video via @ABC10) pic.twitter.com/y8L4cOAptz
— Liz Kreutz (@ABCLiz) 27 de julio de 2018
Casas y autos totalmente destruídos forman parte del devastador panorama en California. Solo un 38% del fuego ha sido controlado.
Los bomberos, militares y otros funcionarios batallando contra las llamas, suman cerca de 4 mil personas que permanecen incansables apagando el infierno en California.
432 camiones de bomberos han sido desplazados y al menos 15 aeronaves lanzan agua a las llamas, que están activas hace 11 días.
Pero las leyes ambientales californianas no permiten un uso indiscriminado de agua, aunque tragedias como esta, lo hagan más que necesario.
California continúa ardiendo en una combinación fatal derivada del fuego y las altas temperaturas.
