Este miércoles, un proyecto de ley de reforma del sistema migratorio estadounidense no logró su concreción en la Cámara de Representantes del Congreso.

La medida no prosperó a pesar de un impulso de última hora por parte del presidente Donald Trump, la cual también era apoyada por el partido Republicano (GOP), bloque que lo llevó a la Casa Blanca.

La iniciativa abría un camino a la legalización definitiva de jóvenes inmigrantes llegados al país siendo niños. El mismo incluía recursos para la construcción de un muro en la frontera con México.

En concreto, la modificación fue rechazada con 121 votos a favor y 301 en contra, los cuales provinieron de todos los demócratas y de docenas de republicanos que temían que un apoyo al proyecto fuera catalogado como “amnistía” por la derecha, consignó Politico.

Este resultado se debe a que el GOP, de acuerdo a The Washington Post, ha sido incapaz de aunar voluntades entre aquellos acérrimos seguidores de Trump y los parlamentarios moderados que desean legislar a favor de aquellos inmigrantes indocumentados.

Con el fracaso de este proyecto de ley, que hasta la semana pasada era considerado como un compromiso para unificar posiciones entre republicanos y demócratas, se abre ahora un interrogante sobre el próximo paso.

Diversas versiones coincidían en señalar este miércoles que los legisladores podrían concentrarse ahora en una ley específica para tratar de unir a las familias separadas en la frontera.

Estados Unidos comenzó a aplicar en mayo una política de “tolerancia cero” con la inmigración ilegal que forzaba el arresto y procesamiento criminal de todos los adultos que hayan ingresado ilegalmente al país.

En el caso de las familias enteras, eso motivó el arresto de los adultos separados de sus hijos menores de edad.

Así, a mediados de junio había más de 2.300 niños y menores de edad separados de sus familias y dispersados por albergues por todo el país en espera de que sus padres sean deportados.