El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el sábado que no seguirá adelante con su controvertida promesa de mudar la embajada de su país a Jerusalén hasta después de dar un impulso decisivo a un plan de paz en Medio Oriente.

“Quiero dar un empujón (a ese plan) antes de siquiera pensar en trasladar la embajada a Jerusalén”, dijo Trump en el programa de televisión del exgobernador Mike Huckabee.

“Tomaremos una decisión en un futuro no muy lejano, pero por ahora el impulso a la paz es lo primero”, señaló.

Reflotar el plan de paz entre israelíes y palestinos es una de las tareas que Trump encargó a su yerno Jared Kushner, un hombre de 36 años sin experiencia previa de gobierno que se convirtió en uno de los más poderosos en Washington en virtud de su conexión familiar con el presidente.

La mayor parte de los países que mantienen relaciones diplomáticas con Israel tienen sus embajadas en Tel Aviv, la capital comercial del país, en función de que no reconocen la pretensión israelí de controlar la totalidad del territorio de Jerusalén.

Israel ocupó la zona oriental de Jerusalén y Cisjordania en 1967 y anexó luego Jerusalén oriental, una decisión nunca avalada por la comunidad internacional.

Israel pretende erigir su capital en el conjunto de Jerusalén, mientras los palestinos aspiran a levantar la capital de su futuro estado en la parte oriental de esa ciudad.