El próximo 20 de enero, Donald Trump asumirá como nuevo presidente de Estados Unidos y con ello recibirá una serie de responsabilidades, deberes y poderes que prácticamente ningún otro ser humano en el planeta tiene.
Un poder (o responsabilidad) que tendrá el republicano es una tarjeta que contiene todos los códigos necesarios para activar el lanzamiento de una bomba nuclear, porque Trump no necesitará autorización del poder legislativo o judicial para llevar a cabo un ataque de esta magnitud.
La tarjeta está guardada en una maleta que es portada por un alto miembro del Ejército de Estados Unidos que acompaña en todo momento al presidente, además el maletín también contiene la información necesaria para activar el lanzamiento. Todo bajo la protección del Servicio Secreto.
Según cuenta el libro Breaking Cover, citado por diario El País de España, la maleta incluye un manual de instrucciones donde se indica la ‘forma más segura de lanzar una bomba atómica’, los búnkeres donde puede estar a salvo el presidente, un mecanismo para identificar al mandatario y todas las formas en que se puede desarrollar el ataque.
Estados Unidos tiene esparcido casi 900 cabezas nucleares que son entre 10 a 20 veces más poderosas que los artefactos lanzados en Hiroshima y Nagasaki al final de la Segunda Guerra Mundial, indica Bruce Blair, experto en seguridad.
Pero aunque Trump no necesita la autorización de nadie, igualmente en estos casos los altos mandos del Pentágono cobran gran relevancia, pues no sólo son encargados de ejecutar el lanzamiento, sino también de preparar una posible respuesta y los planes de contingencia necesarios.
“Con una sola llamada de teléfono, el comandante en jefe tiene virtualmente un poder ilimitado para activar las armas nucleares en cualquier momento”, agrega Blair.