El tema económico tiene una gran relevancia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pero no precisamente por la política monetaria o de comercio que proponen los candidatos, sino porque los últimos comicios se han definido por la cantidad de dinero que gastan en las campañas.

El último postulante que llegó a ser presidente de Estado Unidos, después de utilizar menos dinero que su contrincante, fue el demócrata Jimmmy Carter en 1976, cuando derrotó al exmandatario Gerald Ford.

En esa ocasión, Carter utilizó 33,4 millones de dólares y su rival republicano gastó 35,7 millones de la divisa norteamericana, cifras equiparables de igual modo, a diferencia de otras elecciones, según publica el sitio Statista en base a datos entregados por el periódico Handelsblatt.

Desde entonces, el candidato que más gasta, es el que después gana la presidencia, en algunos casos con una diferencia abismal en el dinero usado, como fue el caso de la disputa entre Barack Obama y John McCain en 2008, donde el demócrata gastó la cifra de 759,8 millones de dólares (récord histórico), contra los 239,6 millones de su oponente.

En la actual disputa, Hillary Clinton ha ocupado 374,3 millones de dólares, mientras que Donald Trump sólo lleva usado 96,2 millones, aunque su particular estilo le ha dado una exposición que pocos candidatos han tenido.

De hecho, los últimos sondeos dan un empate técnico entre Clinton y Trump, con una leve ventaja para el multimillonario.

Infographic: U.S. Elections: Money Matters | Statista

Financiamiento de campaña

La Comisión de Elecciones Federales (FEC, según sus siglas en inglés) es el organismo encargado de regular los comicios presidenciales en Estados Unidos, incluyendo los aportes económicos.

De acuerdo a la legislación norteamericana, “los candidatos deben identificar a todos los comités de acción política y comités de partidos de quienes reciben contribuciones, y también identificar los individuos que contribuyen más de 200 dólares en un ciclo electoral. Además, deben divulgar los pagos a cualquier individuo o suplidor que, una vez agregados, excedan los 200 dólares en el ciclo electoral”.

De igual modo, las donaciones en Estados Unidos las pueden realizar los mismos comités de campaña o grupos externos, que en las últimas elecciones han reunido más fondos que las organizaciones oficiales.

Además, las donaciones se realizan a distintos organismos, además de los candidatos y grupos externos,como comités distritales, estatales, nacionales o a través de los mismos partidos políticos, con límites que van desde los 2.700 dólares a los 100.200 dólares.