Once funcionarios del ministerio de Exteriores de Birmania fueron detenidos la madrugada de este jueves, informaron fuentes del departamento, mientras la junta militar emitió órdenes de arresto contra seis famosos por incitar a las movilizaciones contra el golpe de Estado.

La detención de los funcionarios se produjo bajo la acusación de unirse al movimiento de desobediencia civil surgido tras el golpe militar del 1 de febrero, informó una fuente del ministerio de Exteriores.

Los funcionarios de bajo rango se encontraban escondidos en domicilios facilitados por una asociación filantrópica en la capital Naypidó.

Una de bazas más efectivas del movimiento de desobediencia civil contra el golpe están siendo las huelgas iniciadas por los trabajadores del sector de la sanidad y que están siguiendo muchos funcionarios, lo que está paralizando la Administración.

Las autoridades militares, que ejecutaron un golpe de Estado el pasado 1 de febrero, anunciaron además que se han emitido órdenes de arresto contra varios directores y actores birmanos que supuestamente han apoyado los movimientos de protesta contra la junta militar.

Casi 500 arrestos

Entre ellos se encuentran varios populares actores como Lu Min, Zin Wine, Pyay Ti Oo, el director Na Gyi y el cantante Anegga, informó el miércoles el Ejército en su agencia de noticias True News.

Na Gyi, uno de los detenidos, publicó en su Facebook que “No vamos a parar hasta que el DICTADOR caiga!!!”.

Las detenciones con motivaciones políticas desde el golpe ascendía este miércoles a 495 personas, según los últimos datos recopilados por Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP).

Se espera que Birmania viva este fin de semana más protestas después de que la víspera las manifestaciones multitudinarias volvieran a las calles del país con decenas de miles de personas que protestaron contra la junta militar y pidieron la liberación de la líder electa Aung San Suu Kyi y el resto de miembros del Gobierno detenidos durante el golpe.

Como parte de las protestas, varios portales gubernamentales, entre ellos el Banco Central, la televisión pública MRTV o la agencia True News, se encuentran este jueves inactivos por el ataque de un grupo de “hackers”.

Conducir despacio

Tras las protestas masivas del miércoles, que reunieron a decenas de miles de personas, grupos más reducidos de manifestantes se concentraron este jueves en Rangún, la mayor ciudad del país, Naipyidó, Mandalay o la turística Bagan, con eslóganes como: “Queremos democracia” y “No a la dictadura”, escritos en las calles con letras gigantes.

En Rangún, la antigua capital, y donde decenas de miles de personas lograron bloquear el centro de la ciudad el miércoles, muchos conductores decidieron circular a un ritmo más lento del habitual como parte de la campaña: “Vete despacio”.

El objetivo es impedir que los vehículos de la policía lleguen rápido a los lugares donde se celebran las protestas y al mismo tiempo hacer más difícil a los ciudadanos acudir a sus puestos de trabajo.

El miércoles se buscó el mismo objetivo dejando coches de particulares, taxis e incluso autobuses supuestamente averiados en mitad del asfalto.

Háckers contra los militares

En otro tipo de protesta, un grupo de “hackers” atacó varios sitios web vinculados al Ejército, entre ellos el Banco Central, la televisión pública MRTV o la agencia True News, y los dejó inactivos este jueves.

El grupo de piratas informáticos “Hackers Myanmar” reivindicó la autoría de los ataques en su página de Facebook y aseguró que su objetivo son los perfiles vinculados al Tatmadaw -como se conoce en el país al Ejército- mientras solicitó la ayuda de otros usuarios para sumar fuerzas con el objetivo de derribar los portales oficiales.

“Luchamos por la justicia en Birmania”, apunta el grupo, al incitar a proseguir con el movimiento de desobediencia civil en las calles del país en rechazo al golpe de Estado militar.

El ataque coincidió con el cuarto día de apagón de internet durante la noche en todo el país con los que la Junta busca que los ciudadanos no se puedan organizar ni compartir material sobre protestas y detenciones.

La junta militar justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre en los que la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por Suu Kyi, arrasó, como ya hizo en 2015.