Los cuerpos de algunas de las 39 personas halladas muertas en un camión frigorífico en el Reino Unido el mes pasado llegaron este miércoles a Vietnam, donde les esperaban sus familiares tras semanas de angustia.

Dieciséis cuerpos llegaron desde Londres a Hanói en un vuelo de Vietnam Airlines el miércoles temprano por la mañana y luego fueron transportados en ambulancia hacia sus hogares en una región del centro del país.

En el distrito de Dien Chau, en la provincia de Nghe An (centro), cientos de personas se reunieron en una dependencia de una iglesia para recibir a dos de los cuerpos.

Muchas personas llevaban flores blancas para ofrecerlas a las familias de los muertos.

El primo de Nguyen Van Hung, un hombre de 33 años que murió en el camión, esperó horas entre la muchedumbre la llegada de su familiar.

“Era un buen hombre, nadie esperaba que volvería a casa así”, dijo este primo, que no quiso dar su nombre, junto a varios familiares que lloraban.

Nguyen Van Hung es uno de los 31 hombres hallados muertos, junto a ocho mujeres, en un camión frigorífico en un parque industrial de Essex, en el este de Londres, el pasado 23 de octubre.

La policía creyó inicialmente que las víctimas eran chinas pero sus familias en Vietnam advirtieron que podría tratarse de sus familiares.

Muchas de las familias tuvieron que contraer importantes créditos con el gobierno para pagar el coste de la repatriación (1.774$ para repatriar solo las cenizas o 2.858$ para pagar el ataúd con el cuerpo).

Las autoridades de Vietnam alentaron a los familiares a optar por las cenizas “para garantizar la velocidad, el bajo coste y la seguridad sanitaria”. Sin embargo algunas prefirieron pagar más para repatriar los cuerpos y celebrar un funeral tradicional.

La cremación es poco frecuente en la región del centro de Vietnam, de donde procedían la mayoría de víctimas.

Algunos funerales iban celebrarse el miércoles y durante esta semana.

Tristeza

Las 16 víctimas que llegaron este miércoles a Vietnam venían de tres provincias: Nghe An, Ha Tinh y Quang Binh, según una carta oficial sobre los planes de repatriación que pudo consultar AFP.

Muchas de las familias llevaban semanas esperando su regreso

“Llevamos mucho tiempo esperando este momento. Organizaremos un funeral cuando llegue”, dijo Vo Van Binh, cuyo hijo, Vo Van Linh, está entre las víctimas.

“Estamos muy tristes pero contentos de que mi hijo haya llegado por fin”, dijo a la AFP tras la llegada de los cuerpos a Hanói.

Vo Van Binh y su familia estaban reunidos en la provincia de Ha Tinh (centro), donde la familia se reunió a la espera de la llegada del cuerpo de Linh.

La tragedia es la muestra de los peligros de los viajes ilegales de vietnamitas al Reino Unido, uno de los principales destinos de los migrantes de Vietnam.

La mayoría de las víctimas venían de las mismas provincias, las más pobres del país, donde existe una red de traficantes que organizan viajes clandestinos.

Diez de las víctimas eran adolescentes, incluyendo dos chinos de 15 años.

Varias familias explicaron a la AFP que ya estaban endeudadas cuando pagaron el viaje clandestino de sus familiares hacia Europa y que no tienen dinero para pagar su repatriación.

Muchos de los migrantes vietnamitas en Gran Bretaña terminan trabajando en un salón de uñas o cultivando cánnabis.

Varias de los 39 fallecidos en octubre cerca de Londres habían pagado miles de dólares a traficantes que les habían asegurado que el camión era el medio de transporte más seguro, contaron las familias a la AFP.

El lunes el conductor del camión, Maurice Robinson, unnorirlandés de 25 años, se declaró culpable de asistir en la inmigración ilegal.