El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, disolvió el parlamento el viernes y convocó elecciones anticipadas, poco después de que su partido anunciara que no dispone de una mayoría suficiente para confirmar su candidato al cargo de primer ministro.
Tras dos semanas de crisis política en la isla, el jefe de Estado ordenó la disolución de la asamblea, compuesta de 225 diputados, a partir de medianoche del viernes.
Las elecciones anticipadas tendrán lugar el 5 de enero, es decir casi dos años antes de lo previsto, y la nueva asamblea se constituirá el 17 de enero, precisó.
Las elecciones legislativas no estaban previstas antes de 2020, pero ante el callejón sin salida político, el presidente decidió arriesgarse a unos comicios anticipados, con la esperanza de obtener una mayoría sólida.
Sri Lanka tiene de facto dos primeros ministros rivales desde el 26 de octubre, cuando fue destituido por sorpresa el jefe del gobierno Ranil Wickremesinghe, quien denuncia su remoción como inconstitucional y se aferra al poder.
El político elegido como nuevo primer ministro por el presidente es Mahinda Rajapakse, muy criticado por las organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Entre tanto, Wickremesinghe vive atrincherado en su residencia oficial en Colombo, a pesar de las amenazas de expulsión por la fuerza.
El pasado 30 de octubre, una persona murió y dos resultaron heridas en enfrentamientos entre seguidores del presidente Sirisena y guardaespaldas del secretario de estado local, contrario al mandatario, tras las últimas decisiones tomadas por este.
Analistas locales temen “un baño de sangre” en esa nación asiática, producto de las tensiones políticas.
