El presidente de Perú, Pedro Castillo, afirmó este martes, en un pronunciamiento transmitido por televisión nacional, que "no es corrupto".

El Congreso de Perú debate y vota este miércoles un nuevo pedido de vacancia (destitución) presentado contra el presidente Pedro Castillo por una “permanente incapacidad moral”, cuya decisión final mantiene en vilo a los peruanos.

Para que proceda una eventual destitución requerirá del voto a favor de, al menos, 87 de los 130 parlamentarios, aunque tanto representantes del oficialismo como de la oposición han manifestado en las últimas horas sus dudas de que se logre alcanzar ese apoyo.

La moción, impulsada la semana pasada por el congresista independiente Edward Málaga, es la tercera presentada cuando apenas han transcurrido 17 meses de gobierno, caracterizado por un duro enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Castillo niega acusación de corrupción

A pocas horas de la crucial votación, Castillo afirmó, en un pronunciamiento transmitido por televisión nacional, que “no es corrupto” y dijo que se defenderá del pedido de destitución.

“A horas de debatirse una nueva moción de vacancia en mi contra me presento para ratificar una vez más que no soy corrupto ni mancharía jamás el buen apellido de mis honestos padres”, sostuvo.

El gobernante aseguró que “a lo largo de los 17 meses de gestión” que lleva “cierto sector del parlamento tuvo como único punto de la agenda” destituirlo del cargo, “porque nunca aceptaron los resultados de una elección” que el año pasado le permitió derrotar en segunda vuelta a la líder derechista Keiko Fujimori.

El gobernante también sostuvo que este miércoles ejercerá su “derecho a la defensa” y que es “un demócrata que respeta la Constitución, las instituciones, el debido proceso, el Estado de Derecho y el equilibro de poderes” en su país.

Al referirse a la moción, uno de los abogados de Castillo, Benji Espinoza, abrió este martes la posibilidad de recurrir a la justicia constitucional si es que el Congreso aprueba la destitución.

Castillo ya sorteó un primer pedido de destitución por “incapacidad moral” en diciembre de 2021, cuando la moción no fue admitida a trámite, y un segundo proceso en marzo pasado, cuando recibió solo 55 votos a favor.