Los investigadores tratan de reconstruir pasos y contactos de atacante de Cristina, pero trascendió que su teléfono se habría "reseteado a fábrica". Al mismo tiempo, las huellas del atacante no se encontraron en la revisión de la pistola Bersa, se cree que a causa del "manoseo" del arma en medio del tumulto que siguió al atentado.

La investigación judicial del ataque a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, se topó con un inconveniente este domingo, luego de que por “error” se reiniciara el teléfono móvil del principal acusado del ataque durante un peritaje policial y podría perderse como evidencia.

Los peritos informáticos encargados de desbloquear el celular para acceder a su contenido habrían generado que el aparato se reiniciara y volviera a “estado de fábrica”, según trascendió en la prensa local.

Esto significa que tanto la información como el contenido del dispositivo podrían eliminarse y por ende, no servirían como evidencia durante el juicio.

“Es gravísima la responsabilidad de la jueza, el fiscal y los que manipularon el celular del imputado”, escribió en sus redes sociales, el abogado de la vicepresidenta, Gregorio Dalbón.

“De confirmarse la información de algunos periodistas, iniciaremos otra causa contra todos los responsables de tremendo ‘error’ judicial, y/o posible encubrimiento agravado”, aseguró.

Dalbón se encontraba analizando la posibilidad de calificar el atentado como un intento de femicidio y ampliar la investigación para buscar cómplices, algo que sería posible a través del análisis de dispositivos electrónicos.

“Estamos analizando la calificación por lo ocurrido con Cristina Fernández. Debiera ser intento de femicidio (Belém do Pará) en grado de tentativa agravado (alevosía y arma de fuego). Además de portación ilegal de armas. No hay que minimizar los tipos penales con estos asesinos”, escribió el defensor en sus redes sociales.

Con la mención a “Belem do Pará”, el letrado se refirió a la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, adoptada en 1994 en esa ciudad brasileña.

Por su parte, el principal detenido se negó a declarar y facilitar a los investigadores la contraseña de su teléfono móvil.

Durante la noche del jueves pasado quedó filmado en las cámaras de televisión como apuntó con un arma de fuego e intentó gatillar contra el rostro de Cristina Fernández, sin embargo, el disparo no salió y fue reducido rápidamente.