Un avión Boeing 747 de carga y su tripulación de 19 personas de nacionalidad venezolana e iraní se encuentran retenidos en Argentina, sujetos a una investigación judicial. ¿Qué se sabe de la aeronave que ha levantado sospechas en la región?

Aterrizó el 6 de junio en el aeropuerto de Córdoba, debido a que en Buenos Aires la niebla impedía la visibilidad. El 8 de junio intentó viajar a Uruguay, pero ese país le negó el ingreso. “El avión estaba sobre el Río de la Plata” cuando se le ordenó regresar, dijo el ministro uruguayo de Defensa, Javier García.

Desde entonces el avión se encuentra estacionado en el aeropuerto internacional de Ezeiza, que sirve a la capital argentina.

¿De dónde es el avión?

Pertenece a la empresa Emtrasur, una filial de la venezolana Conviasa, sometida a sanciones por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Fue comprado hace un año a la aerolínea iraní Mahan Air, según declaró un vocero de la cancillería de Irán.

¿Cuál fue el itinerario?

El avión llegó a Argentina procedente de México, con un lote de autopartes. En mayo había viajado a Ciudad del Este (Paraguay, en la triple frontera con Argentina y Brasil), desde donde llevó a la isla caribeña de Aruba un cargamento de cigarrillos.

El ministro paraguayo del Interior, Federico González, informó este martes que dos funcionarios que autorizaron el aterrizaje fueron destituidos.

González señaló que luego de la salida de la aeronave de Paraguay recibió la comunicación de que se trataba de un aparato sometido a sanciones de Estados Unidos y que siete de los tripulantes pertenecían a Al Quds, un grupo de élite de la Guardia Revolucionaria iraní clasificado como una organización terrorista por Estados Unidos.

“Se alertó a los otros servicios de inteligencia de la región y a consecuencia de eso es que Argentina y otros países tomaron medidas”, dijo González.

Al Quds no figura en la lista de organizaciones terroristas elaborada por Argentina, aunque sí aparece a título individual uno de sus integrantes.

¿Cómo comenzó la investigación judicial?

La Dirección de Migraciones de Argentina retuvo los pasaportes de la tripulación del Boeing 747 luego de que Uruguay le negó el ingreso a su territorio.

El 11 de junio, un abogado introdujo un hábeas corpus para lograr la devolución de los documentos. El 12 de junio, el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, rechazó el recurso y abrió una investigación judicial.

El juez pidió el lunes 13 de junio extender por 72 horas más la incautación de los pasaportes de los cinco tripulantes iraníes. Este martes se agregó una prohibición de salida del país a los 14 tripulantes venezolanos. El grupo se encuentra alojado en un hotel cercano al aeropuerto de Ezeiza.

La causa, en la que la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) es parte de la querella, se encuentra bajo secreto de sumario.

Argentina considera sensible la presencia de viajeros iraníes, en razón de las alertas rojas de captura emitidas por Interpol que rigen para exgobernantes de ese país, acusados por el atentado contra el centro de la comunidad judía argentina en 1994, que dejó un saldo de 85 muertos y unos 300 heridos.

¿Qué resultó sospechoso?

Según el ministro del Interior de Paraguay, había sido “llamativo” que el avión viajase con una tripulación de 18 personas. De acuerdo con sitios especializados, un cargo como el Boeing 747 necesita una tripulación de entre tres y cuatro personas.

El ministro argentino de Seguridad, Aníbal Fernández, señaló que si bien ninguno de los tripulantes que llegó a Argentina -y que no necesariamente son los mismos que fueron a Paraguay- tiene circular roja de Interpol, entre ellos hay un nombre, el de Gholamreza Ghasemi, que llamó la atención.

“Es familiar del ministro de Interior de Irán y su nombre coincide con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria y administrador de una empresa ligada a Al Quds”, dijo Fernández.

“Si me preguntan si es él, no lo sé. Coincide el nombre. El resto es un análisis que haremos en conjunto con Migraciones y seguramente la Policía de Seguridad Aeroportuaria hará lo propio”, añadió.

¿Cómo han reaccionado los otros países?

Irán sostuvo el lunes que las denuncias forman parte de una campaña propagandística, “con operaciones psicológicas y guerra de palabras para provocar un sentimiento de inseguridad” en ese país.

Venezuela, cuyo presidente Nicolás Maduro visitó Teherán el fin de semana, no ha hecho ninguna declaración oficial sobre el caso.

En México, un funcionario de la gobernación de Querétaro confirmó a la Agence France-Presse que el avión despegó de su aeropuerto el 5 de junio y aseguró que se cumplió con los protocolos internacionales. La ruta que se les comunicó fue Caracas-Querétaro-Caracas-Buenos Aires-Caracas.