En un contexto de amenazas contra los candidatos y de riesgo de violencia en 375 municipios del país, Colombia se prepara para elegir su presidente el domingo. Al micrófono de nuestro medio asociado Radio Francia Internacional, la Misión de Observación Electoral colombiana lamenta además los discursos que cuestionan la transparencia de los comicios.

La campaña electoral colombiana estuvo marcada por amenazas contra los principales candidatos. Petro debió robustecer su esquema de seguridad y ahora habla en público con chaleco antibalas y protegido por un cerco de escudos blindados.

El sábado en la noche, un láser verde apuntó a Francia Márquez mientras daba un discurso en Bogotá que activó a sus guardaespaldas y obligó a cancelar el mitin. La fiscalía investiga el incidente.

A estas amenazas se suman discursos que alientan el fantasma del fraude electoral, con el gran riesgo de que el perdedor tenga argumentos para no aceptar los resultados y el país se sumerja en una grave crisis.

En la calle, estos discursos calan y se palpa la tensión según se acerca la cita con las urnas del domingo.

“Están tan calientes los ánimos de parte y parte que puede haber manifestaciones o atentados antes de las elecciones. La gente esta tan apasionada con su candidato que tenemos temor de que pase algo”, dijo a RFI Eugenia, una conductora de taxi VTC en Medellín.

Ante los riesgos que comporta este escenario electoral, algunas voces apuntan a la falta de responsabilidad institucional y de neutralidad que ha tenido el gobierno de Iván Duque.

“El presidente ha salido de manera imprudente contra Gustavo Petro. El presidente no debiera estar haciendo esto. La neutralidad ha sido una tradición en nuestro medio cuando se sabe que de pronto al presidente lo va a suceder alguien de otra corriente política por el desgaste o el voto castigo”, observa Juan Carlos López en profesor de Historia en la Escuela de Administración de Medellín.

Cuestionamientos al software electoral por ambas partes, y voces de acusaciones cruzadas hablando de golpes de Estado o fraude electoral han contribuido a este clima que no ha sido atemperado desde las máximas instancias del Estado.

La Misión de Observación electoral (MOE), institución independiente que vela por la transparencia del proceso, ha criticado la falta de neutralidad del gobierno de Iván Duque pero también que el favorito el izquierdista Gustavo Petro lanzara sin pruebas que las elecciones iban a ser suspendidas.

“Desde la MOE no tenemos ningún hecho, o algo que implicara que se podrían haber suspendido las elecciones”, afirma Mauricio Vela, coordinador del observatorio político de la MOE.

“No existe en el marco legal nada que impida que se realicen las elecciones. Es un comentario que no tiene ninguna validez. Las elecciones se están realizando. No existe ninguna posibilidad de que se cancelen”, insiste el coordinador.

La desconfianza en el proceso electoral

Que el favorito lance esa acusación “puede generar aún más desconfianza en la institución electoral y en todo el proceso electoral. Incluso si él finalmente gana, ese mismo argumento lo pueden usar los opositores para decir que el proceso no fue transparente”, estima además Vela.

De cara a la jornada electoral, la institución monitorea hasta 375 municipios del país donde las condiciones para ir a votar no son las adecuadas por algún tipo de riesgo.

“Tenemos identificados 375 municipios, más un menos un tercio del país con algún nivel de riesgo por violencia. Son municipios donde existen fuerte presencia de grupos armados, donde existen posibilidades de acción armada, donde hay violación a la libertad de prensa y pueden haber hechos de desplazamiento. Todos estos hechos pueden afectar la participación electoral”, advierte Mauricio Vela.

Una realidad de crispación de la que también es víctima la prensa. En lo que va del año en Colombia 97 periodistas han recibido amenazas de muerte; un 59% más respecto al periodo electoral del 2018.

Informar sobre las nuevas dinámicas de violencia en el país o sobre las elecciones presidenciales puede suponer un riesgo. A principios de mayo hasta 15 medios de comunicación de diferentes ciudades en los departamentos de Córdoba, Sucre y Antioquia anunciaron su salida del aire.

El motivo: amenazas de muerte de integrantes del Clan del Golfo durante el paro armado decretado por esa organización.