La Fiscalía abrió una investigación contra la primera dama de Perú, Lilia Paredes, esposa del presidente Pedro Castillo, por haberse negado a declarar el 13 de mayo, en un caso de presunta corrupción.

Paredes fue citada en calidad de testigo por la denuncia de la empresaria Karelim López de una presunta mafia en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones del país. López, investigada por presunta participación en delitos de corrupción, señaló al presidente del país.

Por su parte, la primera dama, acompañada de su abogado, se acogió a su derecho a no declarar.

La investigación preliminar por presunto delito contra la administración pública “en la modalidad de negativa a colaborar”, según el periódico El Comercio -que ha tenido acceso a la disposición de la Fiscalía-, señala que el plazo de la investigada es de sesenta días naturales.

Dicho delito se presenta de acuerdo con el artículo 371 del Código Procesal Penal.

Para el abogado de Lilia Paredes, la decisión del Ministerio Público por la denuncia se trata de un “exceso”, debido al derecho a guardar silencio si su testimonio puede ser incriminatorio para ella o su cónyuge. No obstante, los expertos consultados por El Comercio señalan que el abogado ha utilizado un argumento errado debido a que Paredes es una testigo y no una investigada.