Un juez de la Corte Suprema de Brasil pidió este lunes a la Fiscalía General que analice una denuncia contra el presidente Jair Bolsonaro.

Este, acusado ahora de “intimidar” a los funcionarios de la agencia reguladora en el área sanitaria.

Según determinó el magistrado Ricardo Lewandowski, la Fiscalía deberá pronunciarse, y abrir eventualmente una investigación.

Lo anterior, sobre unas declaraciones de Bolsonaro en las que exigió la divulgación de los nombres de los funcionarios que recomendaron la aplicación de la vacuna anticovid a niños de entre cinco y once años.

La vacunación infantil fue respaldada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) el pasado 16 de diciembre, cuando sus técnicos aprobaron la elaborada por la farmacéutica Pfizer para esas edades.

En una transmisión en directo por sus redes sociales, el líder de la ultraderecha brasileña, uno de los mandatarios más negacionistas del mundo, reaccionó indignado y exigió los “nombres” de quienes aprobaron esa vacuna.

“Yo pedí, extraoficialmente, el nombre de las personas que aprobaron la vacuna para niños a partir de 5 años. Queremos divulgar el nombre de esas personas para que todo el mundo tome conocimiento de quiénes son esas personas y, obviamente, formen su juicio”, dijo.

Vacunación infantil y Bolsonaro

Por esas declaraciones, el diputado socialista Reginaldo Lopes presentó una denuncia al Supremo acusando a Bolsonaro de “intimidar” a los funcionarios de Anvisa, lo cual también implicaría el delito de “abuso de poder”.

Tras la aprobación de Anvisa a la vacuna infantil, el Gobierno aún no ha decidido si aceptará la recomendación. Hasta ahora solo abrió una “consulta pública”, a fin de que cualquier interesado, al margen de su conocimiento científico, opine sobre el asunto.

Según el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, el Gobierno prevé decidir sobre el asunto alrededor del 5 de enero, pues a su juicio “no existe prisa” para vacunar a los niños, ni aún en momentos en que la variante ómicron empieza a expandirse en el país.

Queiroga declaró además que la muerte de niños por causa de la covid en Brasil está en “niveles aceptables”. Esto generó una profunda indignación en asociaciones médicas, que ya registraron unos 2.500 decesos de menores de once años por el virus.

Brasil es uno de los países más golpeados en el mundo por la pandemia y, hasta ahora, acumula más de 618.000 muertos y unos 22,2 millones de casos.